José Amílcar Ramírez
Desde que arena perdió el gobierno en nuestro país, nurse a pesar del bloqueo a todo por parte de este partido, viagra muchas cosas comenzaron cambiar con la llegada del FMLN, help aunque no lo suficiente como se esperaba y se quisiera.
La pérdida del control estatal por parte del poder económico de la derecha, ha traído como consecuencia una oposición perversa y destructiva y un estado de confrontación permanente y estéril hasta llegar a una desesperación total, como en la que se encuentran ahora. Los anti valores éticos y morales profundamente arraigados en la personalidad de estos señores, los vuelven ciegos e insensatos, para no darse cuenta que nos han sumergido en una cultura de total inmoralidad y corrupción, como quedó demostrado a lo largo de los cuatro periodos que fueron gobernados por arena.
Pero aquí no terminan los males, arena, de su herencia administrativa, no dejó nada ni tampoco rindió cuentas de todo por la complicidad de los órganos que velan por la aplicación de la justicia a favor de los intereses nacionales.
Por el contrario, la derecha y arena lejos de reflexionar y corregir sus desaciertos, lanzan un boicot económico permanente, con el propósito de afectar el gobierno del FMLN, desprestigiándolo, desgastándolo y debilitándolo, a sabiendas que con esas acciones burdas y anti patrióticas el mas perjudicado es el pueblo, que nunca recibió lo que ahora está obteniendo y pueda seguir recibiendo. Los líderes empresariales y arena al no lograr sus propósitos se frustran, y hasta agreden verbalmente reflejando su envidia por los logros alcanzados en estos gobiernos del FMLN, sin embargo, cuando insisten con su campaña de desprestigio, ellos se centran en el estancamiento económico de nuestro país, pero no reconocen que dicho estancamiento no se debe a nuestro gobierno ni a nuestro pueblo trabajador, si no a una actitud incomprensible, irracional y anti humana por parte de ellos, a no permitir que el gobierno obtenga los fondos necesarios para una gobernabilidad en función de las grandes mayorías. Nuestro pueblo siente y comprende la realidad de los acontecimientos y el primero de marzo le dará el premio en las urnas a quien se lo merece.