Tampa/AFP
El calentamiento global hará que las hortalizas sean significativamente más escasas en todo el mundo, a menos que se adopten nuevas prácticas y variedades de cultivo resistentes, advirtieron investigadores.
A finales de este siglo la combinación de menos agua y aire caliente reducirá las cosechas de vegetales, cruciales para una dieta saludable, en casi un tercio, según se determinó en el informe en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Un aumento de 4 grados centígrados en la temperatura, que los científicos esperan para el 2100 si el calentamiento global continúa su trayectoria actual, reduce las cosechas promedio en un 31,5%, se indica.
«Nuestro estudio muestra que los cambios ambientales como el aumento de la temperatura y la escasez de agua pueden representar una amenaza real para la producción agrícola mundial, con mayores impactos en la seguridad alimentaria y la salud de la población», aseveró la autora principal, Pauline Scheelbeek, de la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
El sur de Europa, grandes regiones de África y el sur de Asia, pueden verse particularmente afectados.
Los hallazgos se apoyan en una revisión sistemática de 174 estudios que evalúan el efecto de las exposiciones ambientales sobre las cosechas y el contenido nutricional de hortalizas y legumbres desde 1975.
Algunas investigaciones previas han señalado un aumento probable en los rendimientos de las cosechas a medida que aumenta el dióxido de carbono, pero la revisión actual encontró que cualquier aumento de ese tipo se vería anulado por un incremento de los gases de efecto invernadero, una menor disponibilidad de agua para el riego y el aumento de las temperaturas.
«Hemos reunido por primera vez toda la evidencia disponible sobre el impacto del cambio ambiental en las cosechas y la calidad de los vegetales y las legumbres», dijo otro de los autores del estudio, Alan Dangour, también de la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
«Acción urgente»
«Nuestro análisis sugiere que con un escenario del tipo ‘todo sigue igual’, los cambios ambientales reducirán sustancialmente la disponibilidad global de estos importantes alimentos», agregó.
«Es necesario tomar medidas urgentes, incluyendo trabajar para apoyar al sector agrícola a fin de aumentar su resiliencia a los cambios ambientales, y esto debe ser una prioridad para los gobiernos de todo el mundo», advirtió Dangour.
Un segundo estudio reseñado en las Actas encontró que el incremento de las temperaturas aumentará la volatilidad del maíz, el cultivo más extendido en el planeta.
Los investigadores confirmaron estudios anteriores que habían mostrado que el calentamiento global probablemente reduciría el crecimiento del maíz.
También mostraron que las olas de calor pueden aumentar la inconsistencia y la volatilidad en varias regiones de un año a otro, lo que puede conducir a aumentos de precios y escasez global.
«Los estudios previos a menudo se han centrado en el clima y las plantas, pero aquí analizamos el clima, los alimentos y los mercados internacionales», dijo la autora principal Michelle Tigchelaar, investigadora posdoctoral en ciencias atmosféricas de la Universidad de Washington.
«Encontramos que a medida que el planeta se calienta se hace más probable que diferentes países experimenten simultáneamente grandes pérdidas de cultivos, lo que tiene grandes implicaciones para los precios de los alimentos y la seguridad alimentaria».
La gran mayoría de las exportaciones mundiales de maíz provienen de Estados Unidos, Brasil, Argentina y Ucrania.
«Con un calentamiento de 4 grados centígrados, que el mundo está en camino de alcanzar para fines de siglo si continúan las tasas actuales de emisiones de gases de efecto invernadero, hay un 86% de posibilidades de que los cuatro países exportadores de maíz sufran simultáneamente un mal año», dijo el informe.