Carlos Andrés Villacorta
Poeta y escritor
Año de 1953 estudiaba primer grado, recuerdo que mi papá compró un terreno que daba a la orilla de la carretera antigua Soyapango, recuerdo que mi papá decía que iba a construir un castillo y lo hizo con enorme sacrificios, pues él era un artista, pintaba al oleo cuadros retratos y paisajes, mi padre estaba emparentado con miguel Ortiz Villacorta primo de él, quien vivió 30 años en México, sucede que todos los Villacorta pintan y dibujan es el caso de mi hija Alondra que heredó esa habilidad del dibujo.
Mi papá trabajó en el ministerio de relaciones exteriores, y colaboraba con el señor Roberto Edmundo Canessa quien fue un mecenas para mi padre así la casa o el castillo, y los muros iban creciendo, el barranco se convirtió en grandes murallas de piedras. Mi padre era un soñador y le encantaba la arquitectura medieval con influencias barrocas y góticas etc. Ahí crecí y disfrute de mi infancia cuando Soyapango era una vía, un pueblito, ahora es una enorme ciudad industrial.
Como era el único hijo varón que el engendró, satisfacía mis caprichos y un día le pedí que me comprara un caballito de verdad y lo mandó a traer al pueblo de San Agustín de donde era la madre de mi madre, y el caballito llegó un Sábado y lo fuimos a traer a la estación del tren venia todo lleno de mozotes, mi papá me compró el sábado siguiente una monturita para el caballo y como tenía un rayito blanco sobre su frente le puse por nombre rayito. A veces lo llevaba a la escuela y me hice muy famoso con mi caballo rayito, fui muy feliz hasta que mi padre por razones que deseo callar y omitir vendió su castillo y fuimos a vivir a la ciudad de México dos años.
La infancia como dice Juan Ramón Jiménez es la isla dorada a la que no se regresa jamás en su obra PLATERO Y YO. Mi papá nos llevaba a pasear en el caballito y mi hermana Isabel en ancas llegábamos hasta el lago de Llapango el a pie, jalando el caballito así se distraía, era bueno para caminar, lo hacía por amor a nosotros, pues mi papá pasaba pensando y repensando como darle fin a su castillo, nosotros no entendíamos porque compraba camionadas y camionadas de piedra cemento y hierro, y puso a trabajar a buenos y competentes albañiles, pero el dirigiendo la enorme construcción que crecía y crecía.
Los vecinos se preguntaban qué clase de casa era la que mi papá estaba construyendo. Así pase mi infancia, con mis amiguitos del barrio el progreso Soyapango. Recuerdo que una semana santa año de 1957 estábamos en el puerto dela libertad cuando se dio la noticia de la muerte del actor y cantante Pedro Infante la caída del avión en MERIDA YUCATAN, ignoro porque me impacto tanto pues me deleitaba escuchando sus bellas interpretaciones.
Ya era el año de 1959 y estudiaba mi primer curso (hoy séptimo grado) en la colonia Guadalupe de Soyapango, se llamaba en ese entonces PLAN BASICO que fue fundado por la distinguida maestra y escritora doña mercedes Maiti de Luarca ella nos leía a platero y yo y nos enternecía esa prosa tan bella de Juan Ramón Jiménez, sucede que el grado era mixto (Entre hembras y varones) ya tenía 14 años y me había enamorado de una niña llamada Carmencita, cierto día nos habían dejado de tarea decir y explicar frente a nuestros compañeros de grado la vida del profeta Mahoma yo ya la había memorizado, pero cuando me toco mi turno vi que me estaba viendo la famosa Carmencita, se me corto y se me quebró la voz, me temblaban las piernas me palpitaba muy acelerado el corazón por poco me desmayo y me orino, así estaba de enamorado.
Recuerdo que tenía dos amigos y eran dueños de caballitos y hacíamos competencia. Cuando viajamos a México D.F. deje a rayito a uno de mis amigos que por cierto ya murieron y cuando regresamos con mi papá supe la triste noticia que rayito había muerto creo que de tristeza y nostalgia no sé en que libro leí que los caballos no olvidan a sus amos. Y él me amaba yo lo sé, igual le amaba yo, era la época del presidente militar José María Lemus a quien derrocaron por ser un tirano. Don Roberto Canessa muere a raíz de la golpiza que recibió en la policía nacional de aquella época. mi papá amó mucho a mi madre, se divorciaron, pero él nunca la pudo olvidar.