Redacción YSUCA
El Centro de Confinamiento del Terrorismo -CECOT- se ha convertido en una fotografía que sirve al oficialismo para “lavarse la cara” y “limpiarse las manos” sobre denuncias de graves violaciones a derechos humanos que organizaciones de sociedad civil han realizado reiteradamente.
Así lo afirma Verónica Reyna, del Servicio Social Pasionista, quien además indicó que el CECOT se utiliza para transmitir dos mensajes a nivel público. El primero, es que los medios internacionales e influencers, a quienes se le da acceso a ese lugar, den a conocer que se tiene dominado “a los pandilleros más malos” del país. Por eso es necesario tener a la gente más tatuada ahí, dice Reyna.
La especialista añade que, además, lo utilizan para transmitir imágenes de privados de libertad rezando y recibiendo clases bajo estricto control de custodios. A juicio de la experta, con eso se busca eliminar los señalamiento de tortura y tratos crueles que se denuncian en otros centros penales.
Nayib Bukele informó recientemente en su cuenta de X (Twitter) que durante la madrugada del 11 de junio el gobierno trasladó a 2,000 supuestos pandilleros al CECOT, construido en Tecoluca, San Vicente.
Antes de ese traslado, la organización en la que trabaja Verónica Reyna con los pocos datos que brindan los funcionarios hizo un estudio de los niveles de sobrepoblación existentes en las cárceles salvadoreñas, en el contexto de capturas del régimen de excepción.
Calculan que del 100% de la capacidad de la mega cárcel de Tecoluca, solo se tenía una ocupación del 31%, expone la defensora de derechos humanos que denuncia que los demás centros penitenciarios del país estarían en un hacinamiento aproximado de 335%.
El CECOT fue inaugurado en enero de 2023 y, según el gobierno, tiene capacidad para 40,000 privados de libertad. Medios nacionales informan que actualmente resguarda a 14,532 reclusos, lo que es igual al 40 % de su capacidad máxima.