Página de inicio » Aula Abierta » El cine de Cuscatlán

El cine de Cuscatlán

Carlos Burgos

Fundador

Televisión educativa

[email protected]

 

En la prosalegre anterior decíamos que la galera-teatro-cine de Cojutepeque se incendió y se construyó otra similar  para continuar con la exhibición de películas cinematográficas. Predominaban las mexicanas con sus actrices y actores, cheap en la época de oro.

Entre otras se proyectaron Las calavera del terror, unhealthy El murciélago, drugstore Juan Charrasqueado, que entusiasmaban a los cipotes. La película argentina Pelota de trapo, filmada en 1948, la vimos varias veces. En esa época muchos cipotes jugaban en las calles con pelotas de trapo cocidas a mano. Uno de estos era Mario García Aldana, el «Gato». Soñaba con visitar los grandes estadios que aparecían en la película y en 1982 lo logró como médico de la Selecta cuando viajó a Buenos Aires, para realizar unos partidos de preparación, y escribió un libro que tituló «Pelota de trapo».

Del cine norteamericano se destacaron John Wayne, Gary Cooper, Errol Flint, Clark Gable, Humphrey Bogart, Marlon Brando y los vaqueros Roy Rogers, Hopalong Cassidy, Gene Autry, y las actrices Greta Garbo, Bety Davis, Gloria Swason, Vivien Leigh, y más.  Los domingos por las mañanas daban «Tusadas», varias películas por el precio de una.

Posteriormente el Circuito de Teatros Nacionales comenzó a construir cines en las cabeceras departamentales. Mientras construían el Cine Cuscatlán en Cojutepeque, llegaban carros anunciantes de algunas empresas a exhibir películas a las Alamedas de San Juan, el parque Viejo y las calles, con proyectores de 16 mm y pantallas portátiles. Trataban de acercar el cine a las personas y aprovechaban promocionar sus productos. Una de esas decía: Mejor, mejora, Mejoral.

Recuerdo el Cine Victoria de Ahuachapán, el Arce de Sonsonate, el Olimpia de Santa Tecla, el Bahía de La Unión, el Gavidia de San Miguel y de San Salvador el Apolo, el Popular, el Principal y otros. A todas estas salas de cine asistí, no por ser vaguito sino porque las circunstancias me lo permitieron.

El Cine Cuscatlán de mi pueblo fue el primero que me abrió sus puertas; enseguida los de San Salvador cuando estudié aquí y asistí a las presentaciones en persona de Pedro Infante, Virginia López, la Sonora Matancera con su cantante Celio González, Ángel Infante, hermano de Pedro, y otros famosos. Al Cine Olimpia de Santa Tecla asistía cuando iba a visitar a mi abuelita. En La Unión me desempeñé como profesor del Instituto Nacional, viví enfrente del Cine Bahía, solo daba un par de pasos para ingresar a sus funciones, y en cierta ocasión actué ante un lleno total.

El Cine Cuscatlán era un edificio de sistema mixto, resistente, sobrio, amplio, de dos plantas, con sus asientos distribuidos en tres áreas: palco, luneta y galería, y un vestíbulo para taquilla y oficina administrativa. El escenario tenía de fondo una curva cóncava (ciclorama) para la proyección de imágenes, y un telón.

Durante las décadas de los años 50 y 60, este centro de sana recreación fue utilizado al máximo. Por las mañanas, las escuelas presentaban sus veladas, clausuras, actos culturales y los centros de secundaria, sus graduaciones, menos eventos de tipo políticos, por la tarde y noche proyectaban películas.

En la década de los años 80, fue decayendo su pujanza; por la guerra civil la gente no salía en las noches, además los canales de televisión incrementaron las emisión de películas y telenovelas. Solo las fiestas patronales y la feria de agosto, no perdieron su esplendor ni alegría  Yo mismo llegué varias veces con las cámaras de TV. Educativa: Una para cubrir la elección de la Reina de la Caña de Azúcar en la cual fui miembro del Jurado de elección, una experiencia extraordinaria; otra vez, cuando coronaron a una reina y yo expresé la salutación, y en otra ocasión cubrimos un evento cultural que transmitimos en vivo desde el cerro de Las Pavas.

Y poco a poco, el Cine Cuscatlán fue perdiendo su atractivo otrora estupendo y arribó a la década de los 90 en completo abandona, y no podía creerlo, mucha gente lo despreció y llegó a llamarlo «El Pulgoso».

(Continuará).

 

 

Ver también

Amaneceres de temblores y colores. Fotografía de Rob Escobar. Portada Suplemento Cultural Tres Mil. Sábado,16 noviembre 2024