Barcelona/España/AFP
Barcelona recibe hoy al Real Madrid en un clásico liguero por el liderato del campeonato español, marcado por las anunciadas movilizaciones de independentistas catalanes, que ya obligaron a su aplazamiento el 26 de octubre.
El Barça lidera el campeonato español empatado a 35 puntos con el Real Madrid, después que ambos tropezaran el fin de semana frente a Real Sociedad (2-2) y Valencia (1-1), respectivamente.
El encuentro se presenta como una oportunidad para ambos de ocupar el liderato en solitario, antes de la última jornada del año el próximo fin de semana.
Los dos llegan en su mejor forma desde el inicio de la temporada con ventaja en la tabla liguera, clasificados para octavos de final de la ‘Champions’ y con unas delanteras afinadas, lideradas por Karim Benzema y Leo Messi.
El francés y el astro argentino lideran la tabla de goleadores ligueros con 12 tantos cada uno antes de su duelo sobre el césped del Camp Nou.
Messi puede coronar un gran año con una victoria sobre el Real Madrid, escoltado por Luis Suárez y Antoine Griezmann, goleadores frente a la Real Sociedad.
En el lado contrario, Benzema está viviendo uno de sus mejores momentos en el Real Madrid.
Benzema es clave en un Real Madrid, al que Zinedine Zidane ha sabido reactivar tras un renqueante inicio de temporada.
Apoyado en una sólida línea de mediocampo con Casemiro de muro para intentar parar al tridente “GSM”, el Real Madrid espera poder asaltar el Camp Nou, donde el pasado año recibió un severo correctivo 5-1 que provocó el despido de su entonces técnico Julen Lopetegui.
Protestas independentistas
Barça y Real Madrid prometen espectáculo en uno de los partidos más vistos del planeta con una audiencia estimada de 650 millones de espectadores, pero marcado por las previstas protestas de separatistas catalanas.
Las manifestaciones ocurridas en Barcelona en octubre tras la condena a penas de prisión de nueve dirigentes independentistas por un intento de secesión en 2017 obligaron a posponer el partido y para la plataforma independentista Tsunami Democrátic ya avanzó su intención de movilizarse en el clásico con una acción sorpresa.
Un dispositivo de seguridad de unos 3.000 efectivos se encargará de velar por el buen desarrollo del evento dentro y fuera del estadio, al que los dos equipos acudirán juntos.