@GloriaCoLatino
Carolina Amaya, sovaldi de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), patient expresó su preocupación por las condiciones de temperatura del planeta tierra, al confirmar que la Asociación Meteorológica Mundial declaró el año 2014, como el año más cálido de la era cristiana.
“Nosotros estuvimos afectados por una sequía meteorológica en la zona Oriental del país el año pasado, que tuvo impactos económicos en más de 95 mil productores y productoras; ya que fácilmente se pasa de las sequías a las inundaciones”, afirmó.
Cada 26 de marzo organizaciones ambientalistas conmemoran el “Día Mundial del Clima” con el fin de crear conciencia acerca de los radicales cambios que está sufriendo el planeta, que afectan directamente al medio ambiente y a la humanidad.
Amaya comentó que solo el año pasado, la temperatura media mundial rondó los 0.57 grados centígrados, por encima de la media de 14o Centígrados, correspondientes al período 1961-1990. “Recordemos que en el año 2009 ó 2011, fuimos afectados por la tormenta Ida, con la 12-E , y después de esto hemos sido impactados por sequías y además, el Cambio Climático ya vive con nosotros, que ha venido para quedarse y no podemos seguir así, tenemos que hacer algo”, indicó.
Asimismo, señaló que de los primeros 15 años del presente siglo, 14 de estos han sido cálidos y se está propenso al calentamiento de la tierra, por la acumulación de los gases efecto invernadero en la atmósfera y el contenido calorífico de los océanos, que deja entrever un futuro más caluroso, indicó Amaya.
“Nosotros como ambientalistas hemos defendido y promovido, la transición de una cultura de agrotóxicos a una agricultura ecológica, para todo el año y este quinquenio del actual gobierno, y deberá apuntar a la reforestación de las cuencas hidrográficas porque mientras menos vulnerables seamos ambientalmente y socialmente, vamos a ser menos vulnerables”, afirmó.
Sobre la situación de El Salvador, la ambientalista señaló que el 88.7% del territorio (20 mil 700 km2) se considera zona de riesgo y que sobre este espacio de superficie se asienta un 95.4% de población, que ronda los seis millones de personas.
“Solo en los últimos 7 eventos climatológicos el impacto económico ha significado una derogación de 2 mil 200 millones de dólares, que representa el 47% del Presupuesto General del Estado; y los impactos de 2009 a 2011 dejaron pérdidas del 6% del PIB”, comentó.
No obstante, reconocer los avances que realiza la cartera de Medio Ambiente (MARN) al crear un gabinete de sustentabilidad con el Consejo Nacional de Cambio Climático, la representante de la UNES consideró que hace falta el paso de la planificación y la práctica.
“Esto quiere decir, una avalancha real de medidas de reforestación, de recuperación de suelos, la prohibición de agrotóxicos y realmente aún no sabemos que está esperando la Asamblea Legislativa que no aprueba la Ley General de Agua y la reforma del artículo 69, de la Constitución de la República, suficientes cementerios hay por muertes de insuficiencia renal en la zona del Bajo Lempa y San Luis Talpa”, acotó.
Mientras, Néstor Pérez, del Consejo Coordinador Nacional Indígena (CCNIS) argumentó, que los pueblos indígenas están preocupados porque en las últimas décadas el Cambio Climático impacta a la madre tierra y por tanto, la humanidad.
“Hemos visto que nos estamos convirtiendo en pueblos más vulnerables, por los cambios bruscos del clima, que impactan a las comunidades y pueblos indígenas y percibimos estos efectos desde la agricultura, pero también, desde nuestra identidad cultural por una realidad compleja y que requiere, que desde la sociedad salvadoreña y la institucionalidad del Estado se comience a trabajar de manera más seria y responsable, en la toma de medidas concretas que den una solución a los impactos de nuestra comunidad”, aseguró.