Eduardo Badía Serra,
Director de la Academia Salvadoreña de la Lengua.
En la última semana de marzo de este año, del 23 al 31 de dicho mes, se desarrolló en la ciudad de Córdoba, Argentina, la reunión del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, CILE, con la presencia de las 22 Academias que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española, ASALE. Este evento, cuyo lema fue “América y el futuro M español. Cultura y educación, tecnología y emprendimiento”, fue muy exitoso, y nuestro país se hizo representar de buena manera. En él se trataron importantes cuestiones relativas al desarrollo del idioma y a su fomento: El español, lengua universal; lengua e interculturalidad; retos del español en la educación del siglo XXI; el español y la revolución digital; y la competitividad del español como lengua para la innovación y el emprendimiento. La búsqueda del buen uso del idioma, el mantener su estructura, su calidad expresiva y su correcto uso, además de su difusión en el mundo, es un objetivo central en el trabajo de las Academias de la Lengua española, la nuestra ahí, por supuesto.
Como digo, la temática fue amplia e importante; pero dos temas me parece que fueron relevantes dentro de esa discusión: Uno, el tema del panhispanismo; otro, y dentro del anterior, el nuevo proyecto la lengua de la inteligencia artificial”. En la reunión plenaria de directores y presidentes de las Academias, celebrada el 31 de marzo, estos temas merecieron especial atención.
La colaboración institucional entre España y los países de habla española se remonta al siglo XIX. No es que esta colaboración, como suele decirse, pretenda ser una oposición a la expansión de otras lenguas en nuestros países, en particular las lenguas anglosajonas principalmente. Más bien, el panhispanismo busca una identificación política, social, cultural e incluso económica entre los hispanos. Más de seiscientos millones de personas en el mundo hablan español. Es importante entonces, por sí mismo, esta identificación, y ello es lo que se busca. En octubre de 2005 se publicó por primera vez el Diccionario panhispánico de dudas, con el cual las dudas de carácter ortográfico, léxicas y gramaticales, quedaban resueltas con su apropiada consulta.
En la reunión plenaria de Córdova se puso de manifiesto la necesidad de revitalizar el discurso y los planteamientos de la ASALE, pionera de la acción panhispánica, para adecuarlas a las nuevas realidades de nuestro tiempo. Se consideró necesario la definición de un programa para el siglo XXI, mediante un “proyecto ilusionante” que permita una acción más actual y más efectiva. Se hizo una revisión de los trabajos panhispánicos, y uno de ello, considerado como una novedad, fue el relativo al nuevo proyecto de “la lengua de la inteligencia artificial”.
Este nuevo proyecto ya había sido anticipado a los directores y presidentes de las Academias en un encuentro previo del congreso desarrollado el día 27. El proyecto pretende regular, por parte de ASALE, el lenguaje de las máquinas conforme a la norma académica panhispánica. Ello permitiría mantener la unidad del español en su variedad y evitaría el riesgo de fragmentación y reducción del léxico. Esta función reguladora sería asumida por las principales empresas tecnológicas del mundo, mediante «certificaciones sobre la adecuación de sus sistemas inteligentes a la norma y los criterios académicos”. No pudo definirse el proyecto en la reunión, pero quedó ya establecido como una necesidad, y no dudamos que a futuro próximo será ya una realidad en plena ejecución.
Este congreso fue presidido por el nuevo director de la Real Academia Española, RAE, y presidente de ASALE, don Santiago Muñoz Machado, quien sustituyó recientemente al anterior, don Darío Villanueva, quien desempeñó una exitosa labor durante su período.
Bueno es reseñar la propuesta de la Academia Cubana, en relación a publicar dentro de las obras conmemorativas, una antología de la obra de José Martí; así como a propuesta de la Academia Mexicana, se acordó realizar una presentación de la edición conmemorativa de “Rayuela” en todos los países. Las obras conmemorativas publicadas hasta marzo de este año son: El Quijote, de Miguel de Cervantes; Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; La región más transparente, de Carlos Fuentes; Antología general ,de Pablo Neruda; Gabriela Mistral en verso y prosa; La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa; El Quijote, (edición de 2015), de Miguel de Cervantes; Del símbolo a la realidad, de Rubén Darío; La colmena, de Camilo José Cela; Borges esencial; Yo el supremo, de Augusto Roa Bastos; y Rayuela, de Julio Cortázar. Importante colección que contiene parte de lo más importante de nuestra literatura.
Buen suceso, pues, este Congreso, que renueva los ánimos de nuestra Academia, y de todas las otras que constituyen ASALE, para continuar en la defensa y promoción de nuestro idioma, y en defensa de nuestro lema de “limpia, fija y da esplendor”.