Por Ivan Couronne
Washington/AFP
El Congreso debería cerrar este miércoles la batalla parlamentaria y dar mayores poderes al presidente Barack Obama para concluir rápidamente un gran acuerdo comercial con 11 países del Pacífico, store al que la izquierda estadounidense se opone frontalmente.
Excepcionalmente, el presidente demócrata cuenta con la mayoría republicana para alcanzar uno de sus objetivos económicos prioritarios: crear una zona de libre comercio de una margen a otra del Pacífico, desde Estados Unidos a Japón, incluyendo a México, Perú y Chile en Latinoamérica, con el objetivo de abrir nuevos mercados a las exportaciones estadounidenses.
Su partido se rebeló, preocupado por no repetir el acuerdo comercial NAFTA, negociado por el expresidente George H. W. Bush y firmado por Bill Clinton con México y Canadá, y que según los demócratas ha costado centenares de miles de empleos estadounidenses, a causa de la mano de obra barata mexicana.
El campo proteccionista organizó la resistencia con los aliados tradicionales de los demócratas: sindicatos, grupos ecologistas, sociales, humanitarios, que denuncian la futura asociación transpacífica (TPP), temiendo un cuestionamiento de las políticas públicas y la reducción de las normas ambientales y sociales entre países tan diversos como Estados Unidos y Vietnam.
El miércoles, el Senado estadounidense, controlado por los republicanos, debería aprobar hacia las 21H30 GMT, un proyecto de ley que crea un mecanismo acelerado de ratificación de futuros acuerdos comerciales alcanzados por el ejecutivo. La Cámara baja ya lo aprobó la semana pasada en segunda votación.
Esta propuesta, conocida como «fast-track», implica que el Congreso podrá aprobar o rechazar los acuerdos comerciales negociados por el presidente hasta 2021, pero sin derecho a enmendarlos.
Para Obama la aprobación de estos poderes, de los que gozaron todos sus predecesores desde Roosevelt, salvo Richard Nixon, es decisiva para firmar el TPP antes del final de su mandato.
La semana pasada casi el 80% del grupo demócrata de la cámara rechazó el proyecto, sacrificando en el camino otro texto que sin embargo defendían, un programa de ayuda a los trabajadores afectados por acuerdos comerciales previos, denominado Asistencia al Ajuste Comercial; ambos textos estaban en el mismo paquete legislativo.
Esta semana los republicanos, en coordinación con la Casa Blanca, decidieron separar los textos comprometiéndose a que uno fuera aprobado después del otro.
Desde 1979 quince acuerdos comerciales han sido aprobados en Estados Unidos gracias a este tipo de procedimiento acelerado.
El tratado que negocia actualmente Estados Unidos con la Unión Europea (TTIP) también se beneficiaría de este procedimiento.
Los 12 países que adhieren al TPP son: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malaisia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.