Kamensk-Shakhtinski/AFP
El convoy ruso de ayuda humanitaria para la población del este de Ucrania seguía bloqueado este sábado a unos 30 kilómetros de la frontera ucraniana, ed y el líder prorruso del bastión de Donetsk acusó a Kiev de retardarlo deliberadamente.
El bastión rebelde de Donetsk, online sitiado por el ejército ucraniano, no rx «está en una situación humanitaria muy preocupante y la ayuda que Rusia nos envía y que aún no hemos recibido nos es tan necesaria como el oxígeno», declaró el «primer ministro» separatista Alexander Zajarchenko.
«El ejército ucraniano (…) no quiere que la ayuda humanitaria nos llegue e impide que nos llegue», estimó. Además, «el gobierno ucraniano impide su paso con todos los obstáculos posibles, legales o de otro tipo», lamentó.
Los alrededor de 300 camiones rusos, que transportan 1.800 toneladas de ayuda humanitaria según Moscú, continuaban estacionados en la mañana del sábado a unos 30 kilómetros del paso fronterizo, en la localidad de Kamensk-Shakhtinski, en donde permanecen desde el jueves, constató la AFP.
Los guardias fronterizos y agentes de aduana ucranianos, que ya se encuentran en territorio ruso, aún no han comenzado a inspeccionarlos y están esperando documentos que ha de proporcionarles la Cruz Roja, que tendrá a su cargo el reparto de la ayuda en los bastiones rebeldes asediados por el ejército ucraniano.
El jefe de la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la región, Paul Picard, explicó que una reunión entre los servicios de aduana rusos y representantes ucranianos había tenido lugar en la mañana del sábado, sin brindar mayores precisiones.
Por su parte, la Cruz Roja, que no participó en la reunión, afirmó que aún no había llevado a cabo ninguna inspección, ya que espera que ambas partes lleguen a un acuerdo.
Intensos bombardeos
En Donetsk, uno de los bastiones de los prorrusos, donde los combates se han acercado a la parte céntrica de la ciudad, se oyeron intensos disparos de artillería durante la noche del viernes y explosiones cerca de los barrios de la parte norte, constató la AFP.
En Lugansk, otro bastión de los prorrusos, donde no hay agua, electricidad ni red telefónica desde hace dos semanas, la situación humanitaria es «muy difícil», afirmó el sábado la organización de defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW). Según las autoridades locales, hubo intensos bombardeos en la noche del viernes, tras los cuales se declararon varios incendios.
HRW también denunció el uso de armas pesadas por parte de ambos campos en zonas habitadas, lo cual ha provocado la muerte de decenas de civiles en los últimos días. Estados Unidos ya había instado Kiev a la «moderación» para limitar el número de víctimas civiles.
En el plano internacional, una reunión entre los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania estaba prevista el domingo, en presencia de su homólogo alemán, para intentar hacer bajar la tensión, después de que Kiev afirmara el viernes haber destruido parte de una columna de blindados rusos que entraron en su territorio.
Periodistas británicos habían informado de que 23 vehículos blindados de transporte de tropas rusas, apoyados por vehículos logísticos, atravesaron la frontera el jueves por la noche cerca del puesto fronterizo de Donetsk, por donde debe pasar el convoy humanitario ruso destinado a las víctimas de los cuatro meses de conflicto en el este de Ucrania.
Un responsable del ministerio de Defensa ruso afirmó que «ningún convoy militar ruso cruzó la frontera» entre ambos países. Moscú denunció «los intentos (del lado ucraniano) de hacer fracasar» la entrada del convoy de ayuda humanitaria ruso en Ucrania.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) urgieron el viernes a Rusia a «detener inmediatamente cualquier tipo de hostilidad» en la frontera con Ucrania.