Roma / AFP
Françoise Kadri
Investigadores de un hospital especializado en Milán, en el norte de Italia, lograron aislar la versión italiana del nuevo coronavirus, que «circuló silenciosa durante semanas» en la península, según esos científicos que rastrean el origen de la epidemia.
«La epidemia no es nueva en el país y el virus circuló silencioso durante varias semanas, antes de que se descubrieran los primeros casos de la enfermedad», explicó el profesor Massimo Galli, director del prestigioso hospital Sacco de Milán y especializado en enfermedades infecciosas.
El equipo de virólogos de esa entidad estudia la evolución italiana del virus, que «seguramente tuvo una mutación, porque es un virus que se modifica cuando pasa de una persona a otra», explicó en una charla telefónica con la AFP.
Se trata de una información clave para combatir la epidemia que brotó hace una semana en Italia.
«El virus llegó hace tiempo, quizás desde mediados de enero», aseguró Galli.
«No se trata de un descubrimiento increíble para un laboratorio como el nuestro», sostiene, convencido de que el dato contribuirá a entender sobre todo la dinámica de la epidemia en Italia.
La península, con 650 personas contagiadas, de las cuales 303 consideradas enfermas, es el país de Europa más afectado por el brote.
Los científicos italianos estudian las razones por las que el virus se propagó en Italia y «las diferencias con el coronavirus de China para poder elaborar un tratamiento y hasta una vacuna», explicó.
Una de las hipótesis de Galli es que el virus pudo haber llegado antes de que Italia cerrara los vuelos con China el pasado 30 de enero por lo que estudia sobre todo los primeros pacientes afectados.
«Esos pacientes nunca habían estado en China ni en contacto con otras personas que habían estado en China. Pero eso no quiere decir que el virus no llegó de China», recalcó.
El equipo de científicos, dirigidos por la experta en inmunología Claudia Balotta, trabajó en las pruebas tomadas a tres pacientes de la «zona roja», residentes alrededor de Codoño, en la región de Lombardía (norte), y que habían sido hospitalizados entre viernes y sábado.
Codoño, con 15.000 habitantes, es la localidad donde comenzó la epidemia italiana y donde se encuentra hospitalizado el llamado «Paciente 1».
Todavía no se ha encontrado el «Paciente cero», pero se considera que el «Paciente 1», un ejecutivo italiano de 38 años de la multinacional Unilever, es la fuente de los dos focos existentes en Italia junto con una pequeña localidad en Véneto, cerca de Padua.
– «Polémicas innecesarias» –
En toda la región de Lombardía se registraron 403 casos de contagio de los 650 que resultaron positivos y 17 muertes, todas personas ancianas y que padecían patologías graves.
La profesora Balotta explicó que estudiar las diferencias entre la versión italiana del coronavirus y la versión china permite entender su evolución en Italia, la relación con los dos focos y su propagación.
El profesor Galli estima «innecesaria» la controversia que se desató por el hecho de que Italia ha realizado un número excesivo de pruebas (más de 12.000 desde el viernes), lo que explica el aumento exponencial del número de casos, la mayoría de personas que no presentan síntomas.
El aumento diario de casos no corresponde a nuevos contagios sino a personas que se habían contagiado antes por contacto con los pacientes muy enfermos, nota el experto.
Los investigadores buscan rastrear las personas que han estado en contacto con los pacientes sobre los que se tienen información precisa sobre la enfermedad, explicó el médico.
Es clave identificar la primera versión del virus que apareció en Italia «para ayudar a contener la epidemia y evitar que se propague», insiste.
Sin embargo, es posible que la epidemia cese antes de llegar al resultado y determinar la fecha exacta de su introducción, reconoce la profesora Ballotta.
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