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Luis Mario Rodríguez, director del Departamento de Estudios Políticos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES). Foto Diario Co Latino/Archivo

El COVID-19 y “la salud del sistema democrático”

Rosmeri Alfaro
@DiarioCoLatino

La emergencia por el COVID-19 ha provocado que las personas estén concentradas en resguardar su salud, dejando en segundo plano temas estratégicos, como un posible retraso en los comicios de 2021 y sus repercusiones al sistema democrático.

Así lo afirmó el director del Departamento de Estudios Políticos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), Luis Mario Rodríguez, para quien, prorrogar la fecha, más allá del día en el que deben asumir los puestos las nuevas autoridades, posterga el derecho de los ciudadanos de auditar los liderazgos de sus representantes.

Aseguró que atrasar los comicios también podría favorecer a una o varias de las fuerzas políticas en contienda, en especial para el oficialismo que cuenta con recursos estatales para hacer campaña –“en forma ilegal”-, y conseguir el favor de más simpatizantes. Si bien, la emergencia ha ocasionado la postergación de elecciones en los cinco continentes, se trata de casos en los que los comicios se celebrarían entre marzo y septiembre de 2020, situación diferente a la de El Salvador que aún tiene diez meses para que sean desarrolladas.

Cabe destacar que algunos países siguieron adelante con la realización del proceso electoral durante marzo, tomando medidas para prevenir contagios. El caso más relevante es el de Corea del Sur que celebró elecciones parlamentarias, el 15 de abril. Se estima que la jornada registró un 66 % de participación electoral.

En El Salvador, las elecciones para renovar alcaldes, diputados y miembros del Parlamento Centroamericano (PARLACEN) están programadas para el 28 de febrero de 2021.

Pese a atrasos en el proceso, los magistrados han expresado que cuentan con el tiempo suficiente para superar los obstáculos que puedan presentarse a raíz de la emergencia y celebrar las elecciones de 2021 según el calendario electoral por “la salud del sistema democrático”. De haber un retraso no podría ser superior a 15 días, expusieron.

La legislación salvadoreña establece que los diputados y alcaldes asumen sus funciones el 1 de mayo cada tres años, mandato que no puede ser prorrogado.  “Los diputados del PARLACEN asumieron sus cargos en octubre de 2016, por un período de cinco años, que finaliza en octubre de 2021. Por tanto, no se presentaría el conflicto que sí ocurre con los ediles y los legisladores”.

Entre las recomendaciones de FUSADES para evitar un retraso en los comicios, está la capacitación en línea para formar a los miembros de los Organismos Electorales Temporales, particularmente a las personas que integrarán las Juntas Receptoras de Votos. “De esta manera se evita el contacto físico y se impide el contagio de la COVID-19”, expuso la fundación, la cual recordó que para las elecciones de 2018, se usaron herramientas virtuales para la capacitación de la ciudadanía y para quienes formarían parte de las JRV. Una vez descargadas, las aplicaciones no requerían el uso de internet o planes de datos.

Para la propaganda electoral, FUSADES señaló que los eventos públicos, con gran aglomeración de personas, no son recomendables en tiempos de pandemia, ya que podrían multiplicar los contagios u originar un rebrote de la enfermedad -si la emergencia ha disminuido-.

Las redes sociales, las diferentes plataformas y los medios tradicionales representan medidas alternativas para el desarrollo de las campañas electorales. Asimismo, mensajes vía telefónica, en vivo o pregrabados, y asambleas virtuales.

“Es necesario agotar todos los esfuerzos, teniendo en cuenta la evolución de la pandemia, para mantener la fecha original”, dijo.

Entre los retos del Tribunal Supremo Electoral resaltó la necesidad de revisar el presupuesto extraordinario de elecciones, ante la implementación de otras medidas como la compra de bienes que aseguren la prevención de transmisión del virus (mascarillas, alcohol gel, entre otros) la cual no fue contemplada en el presupuesto original. La asignación es de $45 millones. “Puede haber reorientación de algunas asignaciones presupuestarias de manera que algunos bienes sean sustituidos por otros. Primero deben exigir el monto que se les aprobó en la Asamblea Legislativa para las elecciones y si es necesario un refuerzo, los ciudadanos pueden pedir que de los préstamos se oriente una mínima parte al TSE para resguardar salud de los votantes”, manifestó Rodríguez.

FUSADES también resaltó la búsqueda de una mayor cantidad de centros de votación a fin de descentralizar aún más la votación y evitar centros con un alto número de votantes, medida que también podría impactar el costo de las elecciones.

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