@GloriaCoLatino
Un centenar de organizaciones ambientalistas y Juntas de Agua Comunales, aglutinadas en el “Foro del Agua”, expresaron su preocupación por la contaminación química provocada por una empresa textil en la zona y que compite el recurso hídrico contra más de 2 mil 500 familias.
En el foro Participación Comunitaria para la Defensa de la Gestión Sustentable del Agua, en el Municipio de Suchitoto, representantes de las Juntas de Agua, organizaciones ambientalistas y funcionarios institucionales abordaron el tema y discutieron las amenazas y avances en el proceso judicial que se lleva a cabo.
“Estamos luchando por el agua ¿Por qué?, es un vital líquido para nuestras vidas, nuestra niñez y ellos lo saben, y es preocupante por la escasez que hay, pero no queremos confrontación sino la proporción justa del líquido”, dijo Misael Ernesto Guevara, de la Comunidad El Trapiche, del Sistema de Agua “Apolinario Serrano”, cantón San Lucas, Suchitoto.
Guevara explicó, además, que pese a que los pobladores interpusieron una demanda contra la empresa Textufil S.A de C.V., aún persiste el temor que el recurso agua se agote y afecte de forma permanente a miles de familias del área.
“Esto está agotando el agua y quizá hasta nuestro futuro se acabe totalmente, en esta quebrada que estamos, no hay agua potable ya; la gente tiene que ir a buscarla a otros lugares y creo que las instituciones pueden ayudarnos para que no nos quedemos sin ella. Nuestra lucha no es para dañar a nadie, la empresa que siga trabajando pero de forma legal que regulen el manejo del agua para ellos y nosotros como pobladores, y que todo sea equilibrado”, argumentó.
Y no es para menos, la sobre explotación de pozos para sus procesos industriales y el cultivo de la especie vegetal “Arundo donax” o caña común, para ser utilizada como biomasa -según datos técnicos-.
Esta materia orgánica de origen vegetal o animal, que puede usarse para producir energía al quemarla directamente o transformándola en combustible, trae consigo una mayor demanda del vital líquido, y amenaza directamente el abastecimiento de las comunidades de su entorno.
Ante esta situación, representantes de las organizaciones sociales interpusieron una demanda ante el Juzgado Ambiental de San Salvador, a cargo del Juez Samuel Lizama con la esperanza de “parar” la sobre explotación del recurso natural, pero las medidas cautelares dictadas por el juzgador no satisfizo a la población.
El Juez Lizama se apersonó al lugar, junto varios técnicos, para conocer de primera mano la situación y resolvió que la empresa debe pedir los permisos correspondientes para la extracción de aguas subterráneas para fines de riego y cultivo, y una evaluación del acuífero.
Asimismo, requirió de la empresa que se encuentra en la Hacienda Santa Marta, Municipio de Suchitoto, departamento de Cuscatlán presentar una autorización del Ministerio de Medio Ambiente sobre la importación y producción de la especie vegetal “Arundo donax”, así como una investigación sobre los posibles efectos adversos en la diversidad biológica de la zona.
No obstante, los pobladores y sus Juntas de Agua lamentaron que el Juez Lizama no adoptara la medida legal de suspender la extracción de aguas subterráneas para fines de riego y cultivo, argumentando el impacto que causaría en la actividad económica de la empresa de textiles y de los trabajadores que están trabajando en la fábrica y porque en la temporada de lluvias el uso de agua disminuye.
“En mi comunidad viven como 30 familias y solo de ahí trabajan como 5 personas y mucha gente está enojada conmigo por ser directiva de las juntas de agua, -me dijo- una concejala que si no tengo temor de terminar en una bolsa de plástico y le dije- miedo por qué y por qué yo … si no he matado a nadie, desde entonces, la gente como que nos ha echado más al hoyo y nos acusan que por nuestra lucha les quitaron el trabajo a unos cuantos -eso les han dicho los de la empresa a los trabajadores- desde que nosotros fuimos a poner la demanda al Juzgado Ambiental de San Salvador”, narró Reyna Rivera del cantón San Lucas, Suchitoto..
Y desmintió también, que la empresa fuera generadora de empleos como llegaron hace tres años atrás. “Nos vinieron a ofrecer empleo para nuestros hijos y fue falso, solo unos cuantos porque ellos ya traían a sus trabajadores y de la comunidad lo más que hay son 15 gentes donde hacen constantemente recortes y los dejan sin empleo”, acotó Rivera.
Un río de aguas frescas que pasa por el cantón San Lucas, se ha convertido en un vertedero de agro químicos y otros desechos humanos y cuando llega el verano solamente es una vereda arenosa, este es el escenario que tienen que vivir sus habitantes, de ahí la lucha que han emprendido, afirma Guevara.
“Nosotros queremos que todo sea legal y equilibrado porque si un pobre monta un pozo algunas instituciones y se quejan, entonces porque no ven este caso (la textilera) porque están deforestando el medio ambiente, los terrenos y contaminando con químicos es algo muy grave para la salud; luchamos por nuestros niños, he visto como se mueren nuestros vecinos de insuficiencia renal y la contaminación del agua y otros pesticidas y aguas negras han provocado que ya haya gente que comenzó a mostrar enfermedades de la piel y granos y esto no puede seguir sucediendo en nuestro país”, puntualizó.
Debe estar conectado para enviar un comentario.