Washington / PL
El desastre está a la vuelta de la esquina y está llegando, expresó el miércoles el gobernador del estado norteamericano de Carolina del Norte, Roy Cooper, al llamar a la evacuación ante la proximidad del huracán Florence.
‘Si estás en la costa, todavía hay tiempo para salir con seguridad. Si no estás bajo una orden de evacuación, termina tus preparativos hoy’, agregó el gobernante estatal durante una conferencia de prensa sobre las acciones para enfrentar el meteoro de categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de cinco.
Cooper alertó que el organismo ciclónico traerá vientos amenazantes para la vida y las lluvias podrían durar días. ‘Se espera que miles de estructuras se inunden. Estamos compartiendo información con funcionarios locales para que puedan prepararse’.
De acuerdo con el mandatario de Carolina del Norte, al menos 16 refugios están abiertos en este momento y dos mil 800 soldados estarán en servicio activo con el objetivo de tomar medidas para salvar vidas y despejar carreteras.
Por su parte, el gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, también realizará una conferencia de prensa esta tarde acerca de las condiciones en que se encuentra el estado para recibir el impacto del meteoro.
La amenaza desató una avalancha de esfuerzos de evacuación en ambos territorios, donde se declaró estado de emergencia junto con Virginia y Maryland, y se pidió a más de un millón de personas que dejen sus hogares en áreas donde se prevén fuertes afectaciones.
En las últimas horas los meteorólogos ajustaron la trayectoria proyectada de Florence, al decir que una vez que su centro se acerque a tierra en la mañana del viernes es probable que tome una ruta más al sur de lo esperado.
De ese modo, en lugar de dirigirse hacia el oeste de Virginia, se prevé que el centro de la tormenta se moverá a través del centro de Carolina del Sur.
El más reciente aviso del Centro Nacional de Huracanes, a las 11:00, hora local, de este miércoles, indicó que Florence se ubicaba a 785 kilómetros al sureste de Wilmington, en Carolina del Norte, y tenía vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora.
Se espera algo de fortalecimiento hasta esta noche, para que luego comience a debilitarse algo en la tarde de mañana, aunque todavía ‘se pronostica que sea un gran huracán extremadamente peligroso cuando se acerque a la costa de Estados Unidos el viernes’.