Davos / AFP
El «desencanto» y las grandes desigualdades están lastrando la económica de América Latina, donde las perspectivas de crecimiento son sombrías tras un año de movimientos de protesta en varios países del continente, apuntó el jueves la secretaria ejecutiva de la CEPAL en el foro de Davos.
«Hay un desencanto con respeto al modelo de desarrollo, un modelo que ofrecía expectativas, por ejemplo a los estratos medios, movilidad social, movilidad económica. Y esa movilidad no ha llegado y no va a llegar», dijo a la AFP Alicia Bárcena, responsable de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que participa en el Foro Económico Mundial (WEF).
La institución del ONU trazó un 2020 sombrío para la economía de la región, con un crecimiento de apenas 0,1% durante 2019 y una perspectiva de 1,3% en 2020.
La CEPAL lo atribuye a que las grandes economías de la región, como Argentina, Brasil y México, todavía no se han convertido «en ese motor de crecimiento» que impulse a toda la región.
Los movimientos sociales han marcado los últimos meses el continente reflejó, según Bárcena, de la desigualdad, el principal lastre para el desarrollo económico de la región.
«No somos el continente más pobre pero si el más desigual» afirmó.
En Chile, por ejemplo, que vive una crisis histórica con tres meses de violentas protestas en las calles, la CEPAL calcula en cinco veces la diferencia de ingresos entre el 10% de la población más rica y el 10% de la más pobre.
Una diferencia que en los países más pobres del continente, en América Central, puede ser de 70 veces.