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El diputado y la gallina ¿cuál gallina?

Nelson López*

Es que lo que confundió a todos fue que el diputado se refirió a las gallinas y muchos se imaginaron que estaba tan bravo que le dijo gallina a las camionetas que les asignan y por eso metafóricamente se le tenía que comprender que lo que querían era que él no se las comiera, ¡claro! Las camionetotas que les dan. Pero tales expresiones generaron una confusión a tal grado que todo mundo comenzó a especular y a pensar: ¿o se refiere a la gallina de los huevos de oro? ¿Y eso que tiene que ver?, decían otros confundidos, haciendo ver que si ese cuento es tan viejo por qué traerlo a cuenta y para colmo a todos los que nos durmieron con ese cuento sabemos que a la mentada gallina no se la comieron sino que solo la aliñaron para ver si adentro tenía el montón de oro y resultó que no había nada, así que todo mundo descartó también que fuera esa gallina y siguió la gente devanándose el cerebro para averiguar cual era la gallina a la que se refería el padre de la patria y de ahí se quedaron pensando que quizás a la pollita le decía gallina y que en sus imaginaciones y cuentos, se le imaginaba que un montón de perros la andaban siguiendo y que por eso la gran ladrazón que ya lo tenía harto y de un solo les dijo ¡para que dejen de ladrar! Ahhh Pero no fue mal hablado ni ofensivo con los perros que ladran, quizás porque sabe que no muerden, pero eso a la gente no le aclaraba nada porque el parlamentario seguía diciendo que todo era falso que eran puras mentiras y que la camioneta no estaba ni trabada ni detenida en la frontera y que las patrañas eran simplemente porque se querían comer la gallina en pinol y ¿cuál gallina? Es que ahí estuvo el meollo del asunto y para comprender eso había que meterse a jugar Criminal Case, desde que lo fundaron en Facebook, y que además fueran talentosos como una jefa que a sus subalternos les manda las monedas que se gana para que vean que resolvió las incógnitas de un crimen. Pero los demás todavía siguen en el mundo perdido de los laberintos de Fauno, queriendo averiguar que tenía que ver la gallina, o si era la gallina de los huevos de oro o era la pollita que está bien pollona y los perros que ladran andan detrás, la persiguen, pero que no la muerden. El caso es que todavía no se aclara si todo fue una mentira o una verdad, y falta que diga aunque sea por medio de una pieza de correspondencia que las gallinotas o camionetotas… o como les quiera decir, que se las va a regalar al tacuacín peinado para que ya no compre… porque bien sabe que le encantan… y la que tenía en la municipalidad ya la vendieron y la repartieron en un montón de becas para los cipotes que quieren estudiar. La gente dice que lo mejor que puede hacer es rendir cuentas de esas transparentes que siempre piden, para que todos queden tranquilos y dejen de estar ladrando como perros con rabia, solo por un errorcito, y que diga claramente que una camionetita a cualquiera se les escapa, y que no salga con eso de que ¡vaya aquí están! ¿Qué más quieren perros?    

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