Por Rim Haddad
Homs/AFP
El ejército sirio entró este viernes por primera vez en dos años en la Ciudad Vieja de Homs, viagra después de la retirada de los últimos rebeldes en conformidad con un acuerdo sin precedentes entre los beligerantes.
Con la partida de los insurgentes del centro histórico de la tercera ciudad de Siria, view agotados después de dos años de sitio, site intensos bombardeos y hambruna, el gobierno refuerza su posición en esta guerra.
Es la primera vez desde fines de 2011 que el ejército entra en la Ciudad Vieja de Homs (centro), llamada «la capital de la revolución», desde donde partió la insurrección armada luego de que el gobierno reprimió violentamente la contestación popular pacífica.
Los equipos de ingeniería y de levantamiento de minas del ejército entraron a la Ciudad Vieja, iniciando las obras de rastrillaje y desmantelamiento de las bombas, indicó el gobernador de Homs, Talal al Barazi.
Los militares fueron seguidos por cientos de civiles, según una periodista de la AFP en el lugar.
Hombres y mujeres emocionados, con los ojos llenos de lágrimas, regresaron a sus barrios para inspeccionar sus casas. Algunos estaban conmocionados debido a la destrucción, y muchos de ellos trepaban a los escombros para descubrir las ruinas de sus hogares.
En el devastado barrio de Hamidiye, uno de los sectores –de mayoría cristiana– de la Ciudad Vieja ahora totalmente desierto, una periodista de la AFP vio las vitrinas destrozadas de los comercios, los postigos y los muros de los edificios perforados de balas, así como enormes terraplenes en una plaza.
«Hemos terminado la operación de evacuación de los hombres armados de la Ciudad Vieja de Homs», indicó Barazi, precisando que en total unas 2.000 personas, en su gran mayoría rebeldes, habían sido evacuadas desde el miércoles en conformidad con un acuerdo sin precedentes.
Es la primera vez que un acuerdo entre los dos beligerantes permite la retirada de los rebeldes de una gran ciudad del país desde el comienzo de la guerra, en marzo de 2011, que devastó al país y dejó más de 150.000 muertos.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), el ligero atraso en su evacuación se debió a que grupos rebeldes islamistas quisieron limitar el ingreso de víveres a dos ciudades chiitas rodeadas por los insurgentes en la región de Alepo (norte), violando los términos del acuerdo.
«Victoria»
El acuerdo también condujo a la liberación de 40 alauitas –una comunidad a la cual pertenece el presidente Bashar al Asad–, una iraní y 30 soldados sirios, según los rebeldes.
Homs es la ciudad donde los guerrilleros fueron sometidos al asedio más prolongado, acompañado por intensos ataques aéreos, una táctica utilizada por el gobierno para vencer su resistencia. De acuerdo con el OSDH, unas 2.000 personas murieron allí en dos años.
En Homs sólo quedan rebeldes en el barrio de Waer (noroeste), donde viven varios cientos de miles de personas, pero se están llevando a cabo negociaciones para su partida.
La toma de esta ciudad es crucial en la medida en que une a Damasco, la capital, con el litoral oeste, así como al norte con el sur del país, lo que facilita sobre todo los desplazamientos de los refuerzos.
«Hoy el gran acontecimiento fue que Homs fue vaciada de hombres armados y de armas, y es una victoria para el pueblo y el ejército», indicó a la AFP una fuente militar en Damasco.
Este éxito para el gobierno tiene lugar cuando faltan tres semanas para la elección presidencial organizada el 3 de junio por el poder político en los sectores controlados por el gobierno de Bashar al Asad. Estos comicios que Asad espera ganar fueron denunciados como una «farsa» por la oposición y sus aliados occidentales.
Aunque la rebelión está retrocediendo en el centro del país y cerca de Damasco, mantiene sus posiciones en los frentes sur y norte, sobre todo en la región de Alepo.