Dr. Fredy Rosales Meyer
Médico Pediatra, Neonatólogo.
Aunque el título parece indicarlo, no tiene nada que ver con los métodos de control de la natalidad o control de la población, que se practican desde los gobiernos para disminuir el crecimiento de la población en un país, el cual busca limitar la oportunidad de nacimiento y existencia de un nuevo ser en el seno de una familia.
Cuando se hable del embarazo oportuno o planificado es un “embarazo programado” en el que se trata de reunir el máximo de condiciones adecuadas previas de la pareja para engendrar un nuevo ser.
En nuestros países tropicales, con una excesiva cantidad de habitantes, con planes agresivos de control de población que tratan de limitar la descendencia a dos o tres hijos, es necesario que se asegure la sobrevivencia y la buena salud de estos individuos desde su nacimiento.
Actualmente el gobierno se preocupa de planificar y limitar el crecimiento de la población, pero no se preocupa de asegurarle a una pareja, a través de un adecuado Programa de Salud en general, la sobrevivencia de los hijos, que en algunas ocasiones sobreviven con serias deficiencias en su cuerpo y en su mente.
No solo no se aseguran desde el gobierno adecuados programas de educación en salud sino que además los actuales programas de atención prenatal, perinatal y postnatal son perniciosos, como se verá en el desarrollo de este proyecto; siendo el resultado una limitación morbosa de la natalidad con el fallecimiento o complicaciones de salud en los niños, producto de una pareja que se decidió a planificar y engendraron 2-3 hijos, pero que en el camino quedaron con dolorosas secuelas por fallecimiento de más de alguno de esos niños. Se trata entonces de planificar un embarazo para asegurarse que de ese embarazo salga un niño que crezca y se desarrolle hasta la edad adulta con salud plena. Salud que tiene que trasmitir o heredar a su descendencia. Solo así se puede lograr éxito en el otro aspecto social, el de la planificación familiar o control de la población.
Es común observar en grandes catástrofes nacionales como terremotos, huracanes, inundaciones y epidemias la pérdida de uno o más hijos productos de un control de población severo con la consiguiente frustración de la pareja y la familia al no poder recuperar su capacidad reproductiva ya sea por enfermedad, vejez o el uso de métodos de planificación irreversibles y a veces obligatorios como la esterilización quirúrgica o la ligadura de las trompas de Falopio.
Esta frustración familiar se suma a la frustración social por culpa de las desgracias naturales. Quiere decir que un embarazo planificado es aquel embarazo que en lo posible cumple con requisitos biológicos, sociales, educativos, culturales y también psicológicos.