César Ramírez
@caralvasalvador
La guerra Rusia-Ucrania tiene un sesgo de historia del siglo pasado, con la expansión de partidos ultraderechistas en toda Europa, existe un culto nazi en desarrollo en los parlamentarios de la Unión Europea; los neonazis son similares al fascismo, son racistas, anti-emigrantes, violentos, armados, terraplanistas, cometen tropelías contra ciudadanos; ese mórbido fenómeno resucita en aquellas cultas naciones, basta con observar los discursos públicos ultraderechistas, ellos destilan odio contra la pluralidad, la cultura, la democracia, incluso las religiones.
Muchos prefieren el silencio y olvidan la historia de la II Guerra Mundial, una radiografía de las naciones en este momento, 77 años después de ese evento sangriento, nos permite observar la falsa premisa de Rusia-comunista versus Ucrania-Capitalista-democrática, recordemos la historia en palabras de Winston Churchill, entre guerras 1919-1939: “En esas circunstancias entramos en el actual período conocidos como paz. En todo caso, la ausencia de guerra nos da una oportunidad para considerar la general situación. Ciertos sombríos hechos emergen ante nosotros, sólidos e inexorables como los contornos de los montes cuando se despeja la bruma. Es cosa positiva que, en el porvenir, participarán en la guerra poblaciones enteras, todas esforzándose hasta el extremo, todas sometidas a la furia del enemigo. Es positivo también que las naciones que crean su vida en peligro apelarán a todo medio que garantice su existencia. Es probable -o mejor dicho, cierto- que entre los medios que en la próxima guerra tendrán a su disposición los beligerantes, habrá métodos destructores absolutos, ilimitados y acaso, una vez desencadenados, incontrolables” pág. 54; esos métodos destructores son: armas biológicas, artefactos nucleares, substancias químicas, virus mortales etc.
¿Habla de la guerra Rusia-Ucrania? no pero se acerca a la realidad. En nuestros días existe un panorama unilateral de muchos medios de comunicación occidentales, que parecen desear el extermino de un pueblo sobre otro, olvidando la historia.
Churchill escribe: “Sigo apegado a mi regla de no criticar nunca medida alguna política o militar a posteriori, salvo si de antemano expresé pública o formalmente mi opinión o di advertencias al propósito. Más corriente es en mí que, después de sucedidas las cosas, tienda a suavizar algunas de las severidades de las controversias sostenidas en el momento de producirse los hechos. Duéleme mencionar mis discrepancias con muchos hombres a los que he querido y admirado, pero sería erróneo no mostrar al futuro las lecciones del ayer. Pág 17
Memorias de Churchill /Sir Winston S. Churchill – Barcelona: Orbis, 1989 – 312 pág.
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