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Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
El periódico digital salvadoreño El Faro anunció esta tarde que su operación administrativa y legal se muda a Cosyta Rica, esto debido a que “en El Salvador ya no hay derecho a la legítima defensa ni leyes que se hagan valer por encima de la voluntad de funcionarios públicos”; sin embargo, seguirán realizando periodismo en el país.
“Durante 25 años, El Faro ha operado bajo la propiedad de la empresa salvadoreña Trípode S.A. de C.V., con la que nació en 1998. Un cuarto de siglo después, cerramos esta etapa. El Faro se cambia de casa”, anunció el medio en sus redes sociales.
El medio informó que, desde el 1 de abril, El Faro es administrado por la Fundación Periódica, en San José, Costa Rica. “Aunque nuestra operación administrativa y legal se muda, seguiremos haciendo periodismo en El Salvador”, es decir, la redacción del medio no dejará de informar sobre el acontecer del país.
El Faro que nació como salvadoreño, ahora es un periódico centroamericano con sede en San José, Costa Rica. “Es la culminación de un proceso que emprendimos hace unos meses ante la falta de condiciones para seguir operando en El Salvador”, dijo el medio a través de un editorial publicado este jueves.
“El desmantelamiento de nuestra democracia, la falta de controles al ejercicio del poder de un pequeño grupo, los ataques a la libertad de prensa y el cierre de todo mecanismo de transparencia y rendición de cuentas en El Salvador amenazan seriamente el derecho ciudadano a estar informado, más allá de los cuantiosos recursos públicos destinados hoy a diseminar propaganda y noticias falsas”, planteó el medio.
El Faro se convirtió en el principal medio que reveló la tregua entre las pandillas y los gobiernos no solo de Nayib Bukele, sino de los gobiernos anteriores. El medio también reveló una serie de hechos que vinculan a los funcionarios del actual gobierno con actos de corrupción. Cosa que, le costaron lluvia de ataques por parte del aparato estatal.
“Durante la administración Bukele, El Faro y sus empleados hemos sido objeto de campañas de deslegitimación y difamación originadas en Casa Presidencial; hemos enfrentado seguimientos físicos y amenazas; espionaje con Pegasus; acoso a anunciantes y difamaciones de funcionarios y diputados del partido oficial.
Pero, sobre todo, hemos enfrentado múltiples auditorías del Ministerio de Hacienda, con acusaciones fabricadas a las que seguimos respondiendo y apelando en todas las instancias administrativas y judiciales correspondientes, a pesar de saber que en El Salvador ya no hay división de poderes; el presidente, incluso, utilizó una cadena nacional de radio y televisión para falsamente acusarnos de lavado de dinero”, señaló el medio en su editorial.
El Faro concluyó que sacan de El Salvador a El Faro, pero su redacción seguirá haciendo periodismo en El Salvador. “Nuestro periodismo, pues, no se va a ningún lado. La mudanza es justamente para continuar haciéndolo de manera independiente y crítica, menos vulnerables a las arbitrariedades del régimen. Nos vamos para quedarnos”.
