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Una semana guardó silencio el Fiscal General de la República, viagra Luis Martínez, store luego que tuviera un intercambio de opiniones –acusaciones mejor dicho-, viagra sale con el ministro de la Defensa Nacional, el general David Munguía Payés, luego de un incidente en un allanamiento efectuado por el ente fiscal, en un establecimiento militar.
Más allá de quien haya dicho la verdad en aquella oportunidad (lo que en este momento es intrascendente), no quiere decir que no debe importarnos a los y las salvadoreños saberlo, sino la gravedad de las declaraciones de uno y otro.
El miércoles, el Fiscal Luis Martínez volvió a la carga, tras revelar, en respuesta a supuestas declaraciones del ministro de defensa, que estaba investigando al general Munguía Payés por tráfico de armas.
Obviamente, si el ministro de la Defensa ha cometido un delito tan grave como el que la Fiscalía está denunciando, pues, lo mejor que debería hacer es procesarlo por esas sospechas, ordenar la captura y ponerlo a la orden de un juez, tal como dice la ley.
Nos parece que no es valedero que un Fiscal haga las acusaciones ante los medios, y no proceda a capturar, pues, da la impresión que lo que busca nada más es continuar con una telenovela peligrosa, y, pero aún, ser creador de una cortina de humo.
Y es que en el país, se ha dejado de hablar, por ejemplo del ex presidente Francisco Flores, quien es prófugo de la justicia, precisamente porque no fue capturado a tiempo. La sospecha hoy es que el Fiscal General lo dejó escapar, y cuando estuvo seguro que Flores no podía ser capturado presentó el requerimiento ante un juez competente.
Se sospecha también, y así lo hacen ver algunas organizaciones de la sociedad civil, que todo era parte de una patraña para que, en algún momento el juez de instrucción, que tiene un récord de fallos dudosos, finalmente ponga en libertad a Flores, y emprenderla contra el ex presidente Mauricio Funes, por revelar el reporte de los Estados Unidos, del mal manejo de los $10 millones donados por Taiwán.
Es decir, este fiscal no trata con seriedad los casos que deberían tener no solo ese requisito, sino que la rapidez de las investigaciones.
Ponerse ante las cámaras o los micrófonos de los medios de comunicación para decir que un funcionario ha cometido delitos o que está siendo investigado por supuestamente haber cometido delitos, es sencillamente irresponsable.
Es cierto que el señor Fiscal tiene mucha autonomía, pero, lo que dice debe ser comedido, no solo por la prudencia que el cargo requiere, sino, para evitar que los investigados, de ser cierto lo que se dice de ellos, no las utilicen para su defensa.
Además, porque, el trabajo de la fiscalía no es deliberativo, como la del diputado, pues es más técnico y apegado a los procedimientos procesales.
