Washington/AFP
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja sus previsiones de crecimiento global para 2015 y 2016, sale en particular en China y Rusia, sale a pesar del impulso proporcionado por la caída en los precios del petróleo.
De acuerdo con las nuevas previsiones del organismo, el PIB mundial avanzará 3,5% este año y 3,7% en 2016, con una clara rebaja de 0,3 punto porcentual con relación a las expectativas divulgadas en octubre del año pasado.
«La caída de los precios del petróleo -producida en gran medida por el aumento de la oferta- estimulará el crecimiento mundial. Pero ese estímulo se verá ampliamente superado por factores negativos», afirmó la entidad financiera en un informe divulgado este lunes.
De acuerdo con el FMI, la caída en el precio del petróleo, que se desplomó un 55% desde septiembre pasado, favorecerá en general a los países importadores que crudo, aunque esto «oculta profundas diferencias de crecimiento entre las grandes economías».
En este escenario, el FMI elevó en medio punto porcentual su previsión de crecimiento de Estados Unidos a 3,6%, pero en cambio expresó una expectativa de crecimiento de China en 2015 de 6,8%, la menor previsión para ese país en 25 años.
Rusia, de acuerdo con el FMI, deberá cerrar 2015 con una caída de su PIB de 3% a causa del impacto acumulado del desplome del precio de crudo y sanciones económicas ligadas a la situación en Ucrania. En octubre el FMI había previsto un crecimiento ruso de 0,5%.
América Latina aún expuesta
El documento no dejó dudas de que las principales economías latinoamericanas seguirán presionadas: si en octubre había previsto un avance de 2,2%, en su revisión situó esa expectativa en apenas 1,3%, con un importante recorte de casi un punto porcentual.
Así, el FMI redujo su expectativa de crecimiento de Brasil en 2015, a 0,3%, fragilizado por la posibilidad de una retirada de capitales y el impacto por la desaceleración china.
En su informe de octubre pasado, el FMI había expresado una expectativa de crecimiento del gigante sudamericano de 1,4%, de forma que la nueva previsión representa una rebaja de 1,1 punto porcentual. El organismo estimó en 0,1% el crecimiento del PIB brasileño en 2014.
En el caso de México, revisó a la baja la expectativa de aumento del PIB este año a 3,2% (contra 3,5% en octubre), al tiempo que para 2016 indicó 3,5% (3,8% en octubre).
De acuerdo con el FMI, en general las economías emergentes sufrirán el impacto de tres factores simultáneos: la desaceleración de China, las perspectivas desalentadoras para Rusia y las revisiones a la baja en el crecimiento potencial de los exportadores de materias primas.
Este último factor está ligado al «impacto de la caída de los precios del petróleo y de otras materias primas en los términos de intercambio y los ingresos reales», que a su vez «causarán un daño mayor en el crecimiento en el mediano plazo».
Desde el punto de vista de los mercados financieros, las economías latinoamericanas estarán expuestas a «sorpresas en la trayectoria de la nacionalización de la política monetaria estadounidense en el contexto de una expansión mundial que no logra equilibrarse».
China mantendrá ritmo moderado
El nuevo informe no escondió las preocupaciones por el desempeño de la economía china, y apuntó que una reducción en el volumen de inversiones se traducirá en el menor crecimiento del país desde 1990, hace 25 años.
La entidad había señalado en octubre pasado una previsión de crecimiento de 7,1% en 2015 para 2015, un nivel que ya era el más bajo desde 1990 pero que aún se mantenía por encima de los 7%. Para 2016, el FMI estimó un crecimiento aún más moderado de la potencia asiática, de 6,3%.
«El crecimiento de la inversión en China disminuyó en el tercer trimestre de 2014, y los indicadores apuntan a que siga en baja», señaló la entidad en su informe.
Esta drástica desaceleración del crecimiento chino es de tal magnitud que sus efectos se harán sentir en todas las economías emergentes de Asia, apuntó el FMI.