Por Lourdes Argueta*
Nuestro partido FMLN ha inscrito su fórmula presidencial para los comicios de febrero de 2024, y nos preparamos para la inscripción planillas de diputado/as a la Asamblea Legislativa y al Parlamento Centroamericano, y los ahora 44 Concejos Municipales. El Frente es el único partido político que realizó un proceso de elecciones internas de manera transparente y presencial en todo el país, el mismo partido que según el oficialismo debe desaparecer.
Curiosamente, a esos deseos del oficialismo se suman algunas voces provenientes de la autodenominada sociedad civil, representada por políticos de larga data y que por años ostentaron importantes cargos en partidos de derecha y en el mismo FMLN, así como jugosos puestos en cargos públicos, gente que ha contribuido más bien al desgaste de los partidos y que siguen empecinados en decir que el FMLN debe unirse en un solo bloque de oposición junto a Arena. ¿No es eso legitimar la campaña del oficialismo que ARENA y FMLN son lo mismo?
Para algunos el hecho que la historia nos ubique en la misma condición de oposición a partidos de derecha y a nosotros como partido de izquierda, les hace suponer que representamos una sola oposición, ignorando que hasta en la oposición hay límites, ya que en el caso del FMLN están presentes valores, principios, la memoria histórica, identidad y dignidad con los que no tranzamos; y en la derecha tienen claro sus intereses y compromisos de clase.
Los verdaderos efemelenistas no olvidamos quienes implementaron todas las políticas neoliberales en el país, que en síntesis consisten en organizar administrativamente el Estado en función de los intereses del libre mercado, debilitar las instituciones públicas para que dichas políticas se logren consolidar; pero también, significa consolidar el poder hegemónico de sus ideas en la sociedad, a través de sus diferentes mecanismos, medios e instituciones, para “naturalizar” visiones e ilusiones en la población que legitiman dicho sistema.
En los gobiernos de Arena le llamaron Política de Ajuste Estructural y Políticas de Estabilización Económica, y para ello crearon por Decreto Legislativo N° 768, la Comisión Nacional de Privatización, y seguidamente por Decreto Ejecutivo N° 37, establecieron el funcionamiento de dicha comisión. Todo bajo el gobierno de Alfredo Cristiani y una vasta representación legislativa de ARENA, PCN y PDC; logrando de manera inmediata, la privatización de la banca y una gran cantidad de instituciones públicas que pasaron a manos de empresarios de manera directa y a través de fundaciones privadas.
La cadena de privatizaciones y demás medidas neoliberales como el cierre de instituciones como el IRA, venta de maquinarias, la dolarización y demás concesiones continuaron y se profundizaron en los cuatro gobiernos de del partido con el que ahora algunos descarrilados le piden al FMLN que debe unirse. Esto sin mencionar situaciones más graves registradas en la historia, que marcan una línea que no podemos cruzar. Una unión electorera solo representaría una bofetada a quienes ofrendaron su vida por una sociedad más justa, y no es aliándonos con quienes en gran parte son responsables de los problemas estructurales de nuestro país que vamos a encontrar una salida a la crisis que afrontamos.
Las diferencias entre la derecha tradicional y la derecha emergente, tendrán a la base la disputa por la representación de los intereses del gran capital, y el correspondiente usufructo del poder político para dichos propósitos, encabezada por una nueva generación de actores que están desplazando a los que se han creído los dueños de El Salvador en años; pero en esencia representan los mismos intereses de elites, clasistas y racistas, <<ellos si son los mismos de siempre>>.
Es absurdo e irresponsable que gente proveniente de las filas del FMLN promueva una unión con quienes igual que los actuales gobernantes, comparten intereses y visiones por las que en cualquier momento se pueden poner de acuerdo y que tienen como punto en común la necesidad que el FMLN desaparezca. Pero, que bien que en este periodo se quiten las caretas y se expongan ante el pueblo quienes son en realidad, porque eso también permite identificar las diferentes visiones que han cohabitado en el interior del partido, y eso en alguna medida explica una fuerza política tan importante como lo ha sido el FMLN, pasó de un proceso de creciente acumulación política, social y electoral a una condición de oposición como en la actualidad.
Nuestro FMLN se está saneando de quienes asumieron la política como una forma de vivir, de acumular y de jubilarse bien, nuestro FMLN está luchando por reivindicarse como el partido de izquierda que es, el partido que representa los intereses de las grandes mayorías excluidas, marginadas y empobrecidas, una izquierda consciente del invaluable aporte de diferentes sectores sociales, académicos, productivos, estudiantiles, gremiales, que deben tener voz y voto en la construcción de una sociedad más justa, y más humana, bajo una auténtico desarrollo de democracia participativa.
El Frente integra diferentes generaciones, entre las y los compañeros con mayor trayectoria de lucha social y política y los de más reciente incorporación, que hemos asumido el compromiso en cambiar y corregir todo lo que deba ser cambiado; y no serán los responsables de la des-acumulación política, social y electoral de nuestro partido los que nos van a venir a decir por donde continuar, los que ahora cómodamente saltan a la cancha de “analistas” a confundir y a fragmentar más a la izquierda.
El FMLN asume el gran desafío de mantener su vigencia en la sociedad salvadoreña, cuenta con una militancia histórica, heroica, valiente y honrada que no deben subestimar; y a los que hace rato dejaron de creer en la nobleza de nuestro proyecto, que les vaya bien, y quienes asumen los sueños, los anhelos, los compromisos y la lucha concreta por la transformación de nuestro país, bienvenidas y bienvenidos siempre. La historia, el presente y un futuro mejores para nuestro pueblo, demandan que la izquierda retome con firmeza su lugar.
*De la Comisión Política del FMLN