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Rosmeri Alfaro
@RosmeriAlfaro
Pareciera que el tiempo se acorta cada vez más para los miles de salvadoreños que viven de manera ilegal en Estados Unidos y que encontraron un alivio a su situación migratoria con el Estatus de Protección Temporal (TPS).
Por casi 2 décadas el programa ha permitido a miles de connacionales no ser deportados, obtener un Documento de Autorización de Empleo, y no ser detenidos por su estatus migratorio en ese país. Esta tranquilidad ha ido desapareciendo luego de la llegada de Donald Trump a la presidencia del país norteamericano y sus “amenazas” de eliminar la ayuda a los países del Triángulo Norte.
Hace un año, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) otorgó a El Salvador la extensión máxima del TPS dando 18 meses de prórroga, extensión que termina en septiembre para más de 195 mil connacionales.
Por otra parte, está el tema del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que otorga permisos temporales renovables a jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años. Pese a las reuniones de funcionarios salvadoreños con actores de ese país con influencia en el tema migratorio, su futuro aún es incierto.
El panorama de incertidumbre de los migrantes y las advertencias del mandatario norteamericano importaron poco a los salvadoreños y hondureños que en 2018 salieron en caravanas hacia Estados Unidos, movidos por la fe en que es allá donde se encuentra el empleo y los ingresos que no tienen en sus naciones.
La migración ha existido por cientos de años, pero la situación parece agravarse cada vez más con la violencia que se vive actualmente en el país, la cual, pese a que las instituciones de Gobierno dicen hacer todo lo posible por combatirlo, continúa.
Foto Diario Co Latino/Archivo
Para el asesor migratorio Reynaldo Alvergue, es importante seguir aunando esfuerzos en las diferentes naciones afectadas por estos dos grandes temas.
“El gobierno debe hacer lo propio, redoblar esfuerzos, conocer y seguir tocando el tema (…) y poder darle una solución definitiva y favorable a nuestros compatriotas”, señaló. Se debe recomendar a los beneficiarios del TPS que trabajen en su situación migratoria “si les es favorable”, con tiempo y no a última hora para no correr el riesgo de perder absolutamente todo, agregó.
Remesas no caerán
El especialista afirmó que no considera que las remesas vayan en descenso en los próximos dos o tres años. “Se mantendrá o mejorará”, dijo en una entrevista radial.
Al mes de noviembre de 2018, El Salvador recibió $4,934.5 millones en concepto de remesas familiares y creció 8.8 %, superando en $397.3 millones los ingresos recibidos bajo este concepto en el mismo período del año anterior. Según el Banco Central de Reserva, Estados Unidos continúa destacándose en el envío de remesas con $4,602.4 millones.
“Eso mismo pasa con otros países que tienen grandes comunidades asentadas en Estados Unidos, donde la economía está más fuerte. Desde que Trump entró al gobierno, ha subido lo que gana una persona por hora a 2.8 % más. Esto hace que se envíe más a los países de origen”, expuso Alvergue, aunque aclaró que esto no es por mucho tiempo, ya hay diversos factores que podrían afectar, entre ellos, el tema político.
Alvergue recomendó “no cegar en el intento de seguir incidiendo dentro de la nueva conformación política de los Estados Unidos, sobre las necesidades que se tienen para poder llegar a una regularización o una solución definitiva para todos los beneficiarios del TPS”, que salieron en búsqueda del llamado sueño americano.
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