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Ayer todavía, sildenafil los medios de comunicación de derecha veían atónitos los resultados electorales del domingo pasado, pese a que, en el recuento preliminar, con estrecho margen, el FMLN era el ganador de la segunda vuelta. Quizá esos medios, que pusieron en primera página las denuncias del candidato perdedor, o que el TSE había concluido el escrutinio, en vez de titular con la noticia, es decir, el triunfo del FMLN, tenía la esperanza de que algo ocurriera, y los números cambiaran.
Pero, no, los números se mantuvieron. Y es que el FMLN ganó, según el escrutinio final, con el mismo dato del escrutinio preliminar, o sea, con el 50.11% de los votos válidos. Ese porcentaje significa que el Frente obtuvo un millón 495 mil 815 votos. Una votación histórica para el FMLN, que según los analistas -que en su mayoría son de derecha-, daban por sentado que en la primera vuelta, el FMLN había alcanzado su máximo techo. En la primera vuelta, el FMLN se impuso, con un millón 340 mil votos, con diez puntos porcentuales de diferencia.
Superar en más de 170 mil votos su hipotético techo, le da al FMLN el derecho de decir que fue una gran victoria. Pero, no solo por esto, también porque enfrentó a toda la derecha que la unieron a fuerza de presión de los medios de comunicación, a fuerza de presión y amenazas que realizaron los empresarios para que sus empleados votaran por ARENA. Sin embargo, pese a la presión de los patronos, sobre todo los burgueses y oligarcas, muchos trabajadores prefirieron ser fieles a sus principios, a sus ideales.
Una gran victoria también, porque si bien no se puede medir de forma inmediata cómo influyó el miedo por el tema –descontextualizado- de lo que está sucediendo en Venezuela, el FMLN franqueó ese miedo y atrajo al votante para su fórmula presidencial.
El FMLN, el presidente y el vicepresidente electos, así como los y las votantes, no deben dudar que fue una gran victoria, si se consideran todos los obstáculos franqueados.
Es cierto que la diferencia –más de seis mil votos- se puede considerar mínima, lo importante es que la obtuvo, pues, en segunda vuelta con un solo voto se gana.
Esa diferencia, seguramente obligará al partido y a la fórmula presidencial ganadora, diseñar estrategias para la gobernabilidad, no así para la legitimidad, porque ésta la da el triunfo en las dos ocasiones, en la primera con considerable diferencia, que juntas, suman, una importante diferencia.
Felicidades al Presidente Electo Salvador Sánchez Cerén; felicidades vicepresidente Electo Oscar Ortiz, la victoria es de ustedes y de todo el pueblo salvadoreño por el que gobernarán a partir del uno de junio.
