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Nayib Bukele parece decir "A la orden capital".

El gobierno de Bukele: Un gobierno derechista que es “más de lo mismo”

Por Colectivo Tetzáhuitl*

El gobierno de Bukele es lo más parecido a los 20 años de ARENA…

 Antes de convertirse en Presidente,  Bukele dijo que su partido, en ese entonces el FMLN, era un millón de veces mejor que ARENA.

Aunque nunca estuvo totalmente de acuerdo con las gestiones gubernamentales del Frente, sobre todo con la de Sánchez Cerén, al menos en público tomó distancia de ARENA y del Neoliberalismo promovido por este partido de la derecha oligárquica.

Ahora que ya es Presidente y que ganó en las pasadas elecciones un segundo mandato inconstitucional de cinco años más, la máscara progresista y de izquierda con la que engañó a la población finalmente se ha caído y ha quedado al descubierto su verdadera esencia y su identidad con los pasados gobiernos de ARENA.

La explicación de esta similitud es que Bukele en el fondo es un gobernante derechista, pro Oligárquico y Neoliberal que seguirá gobernando para los ricos en detrimento de los pobres, tal como lo hicieron los gobiernos de ARENA.

De eso no cabe ninguna duda. Sus prioridades están claras.

Al igual que ARENA, Bukele no solo no apoyó la producción nacional, sino que desmontó las políticas públicas que habían creado los gobiernos del FMLN para apoyar la agricultura y la ganadería.

Bukele ha sumido al país en una inseguridad alimentaria como nunca antes.

Del 2019 al 2024 se han caído los principales indicadores que miden la actividad productiva del país.

Cayó la producción de granos básicos (maíz, arroz, frijol y sorgo).

Cayó la producción de frutas y hortalizas.

Se redujo la producción de carne y de leche.

Disminuyó la producción de azúcar, melaza y café.

Cayó la producción de café exportable.

Cayeron las exportaciones tradicionales, tanto en volumen como en dinero.

En contraste, aumentó la importación de alimentos, lo que ha provocado la quiebra de miles de pequeños agricultores y cooperativistas, mientras los importadores nacionales vinculados a la Oligarquía incrementan sus ganancias.

Pese a ello, los alimentos importados no alcanzan para dar de comer a los pobres.

Su precio es elevado.

Cómo nunca antes vivimos en una sociedad que padece de inseguridad alimentaria crónica.

Con la caída de la producción agrícola y ganadera ha aumentado el desempleo rural.

Según datos del BCR hay 50 mil nuevos desempleados en el campo.

Al igual que los gobiernos de ARENA, la gestión pública ha estado orientada a favorecer a los grupos oligarcas en detrimento de los pobres.

Como parte del modelo Neoliberal, ARENA vendió los principales activos del Estado que habían sido nacionalizados después del golpe militar de 1979.

Promovió las privatizaciones y la reducción del Estado.

Las ganancias de ese proceso se la quedaron los grandes capitales del país y las empresas transnacionales.

Los recursos de la venta de las empresas públicas no fueron utilizados para combatir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de la población.

La corrupción de ARENA permitió drenar recursos públicos que fueron a parar al bolsillo de funcionarios y de grandes empresarios.

Con Bukele, las cosas no han sido diferentes.

En cinco años redujo el Estado e hizo desaparecer instituciones públicas que beneficiaban a la población.

No ha promovido políticas de apoyo al empleo.

Tampoco ha creado estrategias de combate a la inflación y al incremento del costo de la vida.

La corrupción gubernamental ha permitido crear una nueva “clase” de ricos, la mayoría de ellos vinculados al entorno familiar de Bukele.

Como en los gobiernos de ARENA, uno de los polos de acumulación de riqueza ha sido el enriquecimiento ilícito utilizando los resortes del Estado.

Con Bukele, los ricos ahora son más ricos y los pobres más pobres.

Para quién o quiénes gobierna y seguirá gobernando Bukele… 

Lo primero que hay que descartar es que Bukele gobierna para los pobres, ni siquiera lo hace para el pueblo en general.

Si así fuera, habría impulsado en su primer mandato otras políticas públicas y no recetaría ninguna “medicina amarga” al pueblo.

Bukele no hubiera tenido necesidad de endeudarse tanto si no hubiera despilfarrado los recursos del Estado y si hubiera buscado otras opciones de financiamiento.

Cuando fue candidato la primera vez en el 2019, anunció que implementaría una reforma tributaria progresiva en la que “el que gana más paga más”

Nada de eso ocurrió.

Los ingresos tributarios siguen apoyados en impuestos regresivos como el IVA y otros impuestos al consumo.

De haber llevado a cabo una reforma progresiva le habrían llegado al fisco más de Mil millones de dólares adicionales cada año.

¿Por qué nunca promovió esta reforma teniendo correlación favorable en la Asamblea para hacerlo?

¿Por qué la prometió si no tenía voluntad de impulsarla?

Una reforma tributaria progresiva con nuevos impuestos a los grandes grupos empresariales (a los 160 millonarios que concentran más del 60% del PIB) habría hecho llegar recursos adicionales a las arcas del Estado que no solo habrían impedido que se cerraran importantes programas sociales que vienen desde los gobiernos del FMLN, sino que habrían evitado además que el 65% de la deuda contraída por Bukele, tanto la interna como la externa, no fuera destinada al pago del servicio de la deuda, sino a más inversión y desarrollo.

En su lugar, este gobierno ha decidido  implementar un ajuste fiscal de corte neoliberal, como el propuesto por el FMI, que entre una de sus recomendaciones está el incremento al IVA en al menos tres puntos porcentuales.

Esta medida es un ejemplo de la “medicina amarga” que recetará para los próximos cinco años de su gobierno y que seguirá cargando el peso de la crisis fiscal en el bolsillo del pueblo.

Bukele no está pensando en ponerle impuestos a los más ricos del país.

Bukele no piensa afectar a los grupos oligárquicos como el grupo Kriete, el grupo Calleja, la familia Poma, los Dueñas, el grupo Regalado, las empresas del grupo AGRISAL, entre otros.

Ni siquiera a grandes empresarios que no son oligárquicos pero que amasan grandes fortunas, algunas de ellas provenientes de los negocios del Estado, tal como ha ocurrido con el clan empresarial Bukele y otros de su círculo familiar.

Por el contrario, a todos estos grupos empresariales el gobierno de Bukele los ha favorecido en estos primeros cinco años y los seguirá favoreciendo en los años siguientes.

Ha gobernando en beneficio de la Oligarquía como lo hicieron los 4 gobiernos de ARENA.

Nuevas Ideas se ha convertido en el partido orgánico de la Oligarquía y Bukele en aliado de los grandes grupos empresariales del país y de Estados Unidos.

Por eso, lo más parecido a los cuatro gobiernos de ARENA es el gobierno de Bukele, es decir, “más de lo mismo”

*El colectivo Tetzáhuitl está integrado por un grupo de periodistas, investigadores y analistas de la realidad nacional sin vinculaciones partidarias ni ataduras ideológicas.

Su objetivo es esclarecer procesos políticos y económicos como el que vive El Salvador.

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