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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El presidente de la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (FUDECEN), Oscar Cabrera, lamentó que el gobierno en vez de recortar el gasto social y suprimir plazas de empleados públicos, debió haber dado un golpe en la política tributaria e implantar impuestos progresivos a los hogares y empresas de mayores ingresos, es decir, poner impuestos al patrimonio, la riqueza, donaciones y sucesiones.
“El ajuste del presupuesto va a recaer sobre los trabajadores públicos y los más pobres. Hasta hoy no hay ningún indicador que ha habido un cambio en la política tributaria y esté recayendo en el IVA o en los impuestos indirectos”, sostuvo durante el espacio Encuentro con Julio Villagrán.
Cabrera indicó que durante la administración del expresidente Sánchez Ceren trató de incorporar impuestos progresivos, sin embargo, la Sala de lo Constitucional de esa época, conocida como los “Cuatro Fantásticos” declaró inconstitucional una serie de impuestos que grabaran a las empresas e ingresos elevados de las familias, y lamentablemente fueron desestimados.
Actualmente, 50 organizaciones de la sociedad civil de América Latina propusieron a los Ministerios de Hacienda reformas hacia un pago nuevo tributario; en El Salvador el 50% más pobre de la población solo tiene el 5% de la riqueza, lo cual demuestra que el modelo neoliberal implementado en la década de los 90s continuó, y se está perfeccionando en esta administración, al otorgar exenciones de impuestos a inversiones en criptoactivos, y no a empresas que vengan a localizarse con plantas productivas de alta tecnología y pague mejores salarios.
“Hay elementos estructurales de la economía salvadoreña que lamentablemente durante este segundo mandato de la administración no se ha visto reflejado en cambios, por ejemplo, los niveles de la productividad laboral de la economía siguen siendo nulas y esto explica el por qué el crecimiento económico gira en el largo plazo entorno al 2 o 2.2%, con excepción de algunos años que puede crecer hasta un 3%”, señaló Cabrera.
A la vez, manifestó que no ha existido una política industrial de atracción a la inversión extranjera directa a sectores donde El Salvador tenga el capital humano y las capacidades, a fin de generar la producción industrial, mejores salarios y aportar a la productividad.
En la parte de las políticas agrícolas no hay verdaderas estrategias del tejido productivo salvadoreño, el país se está constituyendo como importador neto de productos agrícolas, esta situación junto con los impactos del cambio climático ha generado que entre 500 mil a 1 millón de personas están con problemas agroalimentarios.
