Por Alvaro Villalobos
Atenas/AFP
El gobierno griego busca a partir de este sábado aliados en Europa para acabar con la austeridad y reestructurar su deuda, thumb a lo que Alemania se sigue negando.
Por su propia iniciativa, pharmacy el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, adelantó a este sábado su visita a París, donde se reunirá el domingo por la tarde con su homólogo Michel Sapin.
Varoufakis y el primer ministro Alexis Tsipras buscarán aliados en Francia e Italia, dos países más receptivos a sus argumentos.
Tratarán así de hacerse amigos frente a la intransigencia de Alemania, y tras anunciar el viernes que su gobierno quiere romper con la troika de acreedores y con sus políticas de austeridad.
La canciller Angela Merkel advirtió este sábado que no se plantea «una nueva quita de la deuda griega», y recordó que en 2012 los acreedores privados le perdonaron a Atenas la mitad de la deuda soberana que poseían, es decir unos 106.000 millones de euros.
Según un sondeo para la cadena pública alemana ZDF, realizado justo después de la llegada al poder de Syriza, el 76% de los alemanes está en contra de una quita de la deuda griega.
En la línea de la canciller, el ministro alemán de Finanzas Wolfgang Schäuble se pronunció en el diario Die Welt contra esa opción y afirmó que «cuando uno conoce la financiación de la deuda griega, sabe que hasta 2020 no hay problema».
En una nota muy pesimista, los analistas del banco alemán Berenberg dijeron que tras la vuelta al crecimiento en 2014 (la previsión oficial es de un 0,6%), «la llegada de Syriza al poder parece empujar a la economía griega al borde de una nueva recesión».
A pesar de cinco años de ajustes, la deuda pública griega sigue en niveles astronómicos (175% del PIB), y el gobierno de la izquierda radical Syriza exige una quita del 50% para redinamizar de lleno la economía.
El ejecutivo griego anunció el viernes que no desea recibir el último tramo de ayuda pendiente, unos 7.000 millones de euros. Y afirmó también que no quiere prolongar el rescate, que expira el 28 de febrero.
Durante la semana, el ejecutivo anunció además una lluvia de medidas para poner fin a las políticas de austeridad y las privatizaciones aplicadas desde 2010 a cambio de dos rescates de un total de 240.000 millones de euros.
Los primeros movimientos del gobierno de Syriza se están siguiendo muy de cerca en España, donde su aliado Podemos organiza este sábado una gran manifestación en Madrid contra la «casta» dirigente.
Tsipras quiere cumplir promesas
En un encuentro con su gabinete el viernes por la noche, Tsipras afirmó que mantendrá sus promesas electorales, según la prensa local, que cita fuentes del gobierno.
«Mis predecesores eligieron decir una cosa durante la campaña y hacer otra después de las elecciones. Tenían el apoyo de la gente, y lo perdieron. Yo quiero ser original, y mantenerme fiel a mis promesas», dijo
Tsipras, líder de la izquierda radical, a su vice primer ministro, Yanis Dragasakis, y a su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis.
En declaraciones a la BBC, Varoufakis afirmó que «Grecia no ha estado haciendo reformas en los últimos cinco años, sino que ha estado deformando».
«Las privatizaciones de los últimos años han sido una especie de liquidación […] activos que potencialmente eran muy valiosos fueron vendidos en plena crisis deflacionista por muy poco dinero, e incluso ese poco dinero ha caído en un agujero de deuda insostenible», añadió.
El ministro de Finanzas y el primer ministro hicieron estas declaraciones tras las visitas el jueves y el viernes a Atenas de los primeros dirigentes de la UE, el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, y el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Este último se mostró tenso en su conferencia de prensa con Varoufakis, y le indicó a Atenas que «ignorar los acuerdos previos no es el camino a seguir».
Después de su paso por Chipre, visita obligada para un primer ministro griego recién entrado en funciones, Tsipras se entrevistará el martes en Roma con su homólogo italiano, Matteo Renzi. El miércoles hablará en París con el presidente francés, François Hollande.