Por Fulya Ozerkan
Ankara/AFP
El gobierno turco llevó a cabo el martes una nueva purga sin precedentes para tratar de recuperar el control de la policía, cialis acusada de estar dominada por el «estado dentro del estado», generic considerado responsable del escándalo político-financiero que sacude al país.
Tres semanas después de la redada anticorrupción que desencadenó la tempestad que afecta a las más altas esferas del Estado turco, prescription el nuevo ministro del Interior, Efkan Ala, firmó un decreto oficial que destituye a por lo menos 350 policías en Ankara.
Esta redada se agrega a las sanciones contra decenas o centenares de policías que ya fueron impuestas por el gobierno desde el comienzo de este caso, incluyendo al prefecto de Estambul y a muchos otros responsables provinciales, acusados de no haber advertido al poder político sobre la investigación que lo amenazaba.
Este martes, varios medios de comunicación turcos señalaban una cifra superior a 560.
Además de esta limpieza de la jerarquía policial, el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan lanzó una gran operación en el seno de la justicia, considerada también infiltrada por la cofradía del predicador musulmán Fetullah Gülen, quien vive en Pensilvania (Estados Unidos) desde 1999.
El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan, en el poder desde 2002, así como los «güllenistas», que cuentan con el respaldo de una base conservadora y religiosa, se unieron durante mucho tiempo para imponerse en la cúspide del Estado turco.
Desde el comienzo de este caso, Erdogan, quien el domingo comenzó una gira de una semana por Asia, acusó veladamente al movimiento de Güllen de haber provocado la investigación de la justicia sobre la corrupción.
Enfrentamientos
Sin embargo, a fines del año pasado, el movimiento de Güllen rompió definitivamente con el gobierno, que anunció su decisión de suprimir las escuelas privadas, que suministran gran parte de los fondos para la financiación de la cofradía.
El enfrentamiento que desde hace tres semanas opone al poder político a la justicia continuó el martes, con una reunión en Ankara del Alto Consejo de los Jueces y Fiscales.
Esta institución, que ya denunció públicamente las «presiones» sobre la justicia, se referirá a las recriminaciones de un fiscal de Estambul, quien luego fue declarado incompetente en el caso, que acusó a la policía judicial de no haber ejecutado órdenes de comparecer contra unas 30 personalidades vinculadas al poder político.
El martes, los fiscales anticorrupción ordenaron una redada en cinco ciudades del país y detuvieron a 25 personas en otra etapa de esta compleja investigación comenzada el 17 de diciembre. Estas personas son sospechosas de fraude y corrupción al margen de licitaciones de la empresa pública de ferrocarriles (TCDD), según los medios de comunicación.
Varias decenas de hombres de negocios, ejecutivos, altos funcionarios y políticos, incluyendo a los hijos de dos exministros, ya fueron inculpados o encarcelados en el marco de este escándalo, que provocó la renuncia de tres miembros del gobierno y precipitó en Navidad una amplia remodelación gubernamental.
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