Teherán / AFP
Amir Havasi
El guía supremo iraní reafirmó el domingo su negativa al diálogo con Estados Unidos en un discurso, coincidiendo con el 40º aniversario de la toma de rehenes de Estados Unidos en la embajada del país norteamericano en Teherán.
«La oposición constante a las negociaciones con Estados Unidos es uno de los instrumentos importantes de los que Irán dispone para evitar que pongan sus pies en nuestro querido país», dijo el ayatolá Alí Jamenei, según fragmentos publicados en persa en su cuenta oficial en Twitter.
«Esta medida dictada por la lógica prohíbe a América volverse a infiltrar en Irán. Es una prueba del real poder y potencia de Irán y demuestra que la potencia (de Estados Unidos) sólo es una ficción», dijo el número uno iraní.
Según Jamenei, «hablar con los americanos no lleva a nada».
«Nos dicen: ‘dejen de intervenir (en Oriente Medio), dejen de tener misiles’. Y luego dirán: ‘dejen de insistir en el velo islámico'» para las mujeres. «Sus exigencias no tienen límites», añadió.
Según el guía supremo, «los americanos falsifican la historia y pretenden que el conflicto» con Irán «resulta de la toma de la embajada» de Estados Unidos en Teherán el 4 de noviembre de 1979.
– «Esto empezó en… 1953» –
«!No¡ Esto empezó con el golpe de Estado de 1953, cuando Estados Unidos derrocó el gobierno (del primer ministro Mohamad Mosadegh) y estableció un gobierno corrupto a sus órdenes», indicó la cuenta en inglés de Jamenei en Twitter.
Antes de que Mossadegh cayera en ese golpe de Estado, fomentado por Estados Unidos y el Reino Unido, el primer ministro había nacionalizado la compañía petrolera Anglo-Iranian Oil Company, que se convertiría en British Petroleum (BP) tras su destitución.
El 4 de noviembre de 1979, menos de nueve meses después de la caída del último sah de Irán, un grupo de estudiantes partidarios de la Revolución Islámica tomaron por asalto la embajada de Estados Unidos en Teherán, calificada entonces de «nido de espías» por los partidarios del ayatolá Jomeini, fundador de la República Islámica.
Para liberar a los rehenes, los estudiantes exigían que Estados Unidos extraditaran al sah para que fuera juzgado en Irán.
La crisis terminó 444 días más tarde, tras la muerte en Egipto del sah y la liberación de 52 diplomáticos estadounidenses.
Las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, rotas entonces, nunca se volvieron a restablecer.
Desde hace varios meses la tensión entre Teherán y Washington aumenta como consecuencia de la retirada en 2018 de Estados Unidos del acuerdo internacional de 2015 sobre el programa nuclear iraní.
Washington aplica ahora una política de «máxima presión» contra el país. El presidente Donald Trump, que acusa a Irán de querer dotarse de armas nucleares, decidió restablecer duras sanciones económicas.
Según los términos del acuerdo de 2015, que Irán firmó con el grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania), aceptaba reducir drásticamente su programa nuclear –para garantizar que no tenía objetivos militares– a cambio del levantamiento de parte de las sanciones económicas.
Tras la retirada de Estados Unidos, Irán, cuyo economía se está viendo muy afectada, respondió a partir de mayo incumpliendo algunos de los compromisos del pacto.
Para salvar el acuerdo, el presidente francés Emmanuel Macron intentó sin éxito en septiembre organizar una reunión entre Trump y su homólogo iraní Hasan Rohani.