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Los centros penales donde llevan a los detenidos durante el régimen de excepción , se han convertido en testigos silenciosos de la muerte, de por lo menos tres personas que han sufrido supuestamente violencia física. Foto Diario Co Latino/ Archivo.

El hueco del régimen de excepción

Samuel Amaya
@SamuelAmaya98

Treinta días han pasado desde que la Asamblea Legislativa aprobó un régimen de excepción solicitado por el Ejecutivo a fin de que las fuerzas de seguridad tuvieran más herramientas para combatir la criminalidad que se había incrementado por medio de los homicidios; en este lapso se han visto, casi a diario, denuncias en redes sociales sobre capturas arbitrarias o arrestos de jóvenes que nada tienen que ver con pandillas, según sus familiares.

Por ejemplo, Faustino Benítez denunció a través de las redes sociales que su hijo, Fausto Benítez Vásquez fue detenido el pasado 21 de abril en horas de la noche, “agentes de la policía lo arrestaron sin causa alguna, él se encontraba finalizando su trabajo, ya que maneja un carro, (haciendo viajes del municipio de Panchimalco hacia los cantones del mismo, un trabajo honesto)”, comentó el padre en su denuncia.

Fausto Benítez es un joven de 27 años, estudiante universitario activo de la licenciatura en Idioma Inglés de la Universidad Pedagógica de El Salvador, en su quinto año y becado de la Fundación Forever “en la cual apoya en diferentes proyectos de integración, siendo un joven dispuesto a apoyar en la comunidad”, agregó la denuncia del padre.

“Por todo esto, no es justo que mi hijo esté arrestado sin causa alguna, es más que evidente que es un joven honesto, trabajador, con valores y con muchas ganas de superarse”, lamentó su padre.

Otro caso que se hizo viral en las redes sociales fue el de Kevin Rivas, un joven productor audiovisual y comunicador, quien fue capturado por la Policía Nacional Civil (PNC) bajo el Régimen de Excepción, acusado de estar vinculado con grupos criminales y pandillas; según amigos del joven, agentes llegaron a sacarlo de su casa en Soyapango y detenerlo sin fundamentos. Rivas fue estudiante de la Escuela de Comunicaciones Mónica Herrera y becario de la Fundación Forever.

Cuatro empleados de una cafetería fueron detenidos el 8 de abril luego de una redada en Ciudad Credisa, en Soyapango, incluso la cuenta oficial de la Fuerza Armada los catalogó como “terroristas”, el caso se hizo viral y 12 horas después, la PNC los dejó en libertad, debido a los nulos nexos entre pandillas.

“Esta madrugada hemos ubicado a pandilleros y colaboradores que atentan contra la tranquilidad de los habitantes”, expresó la FAES acompañado de una fotografía con los empleados sin camiseta, posterior, la cuenta militar borró la publicación.

Otro caso que ha dado de qué hablar en la opinión pública sobre todo este fin de semana, es la detención de Emanuel Mejía Coreas de 19 años un ex integrante de la Orqueta Sinfónica Juvenil de El Salvador y de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Alcaldía de San Salvador. Según la versión de los familiares, llevan más de 20 días sin saber de su paradero posterior de su detención. El 5 de abril fue trasladado al penal de Izalco.

Sus familiares afirman que Emanuel Mejía trabaja en un taller de mecánica y al momento de su detención se encontraba descansando en una casa de la colonia Dina, en San Salvador. Además, no posee tatuajes.

Por su parte, la Policía Nacional Civil reaccionó sobre esta detención y afirmó que el pasado 4 de abril, Mejía junto a 4 jóvenes más fueron capturados en la colonia Dina, en San Salvador “y se les incautó una pistola con municiones, 12 teléfonos, marihuana y droga conocida como cristal. Las detenciones fueron en la 39 avenida sur y 30 calle poniente, nuestros agentes intervinieron a los ahora capturados y al revisarlos, encuentran los ilícitos”.

La institución policial concluyó que seguirán “trabajando para sacar de las calles a todos aquellos que cometen delitos y a quienes colaboren con los terroristas”.

El hueco profundo: capturados han fallecido dentro del penal de Izalco

Al menos cuatro personas detenidas en el contexto del régimen de excepción han muerto, tres de ellos en el penal de Izalco. Josué Sánchez Rivera, de 22 años, falleció la tarde del lunes 18 de abril en el hospital nacional Jorge Mazzini, luego de sufrir una supuesta golpiza dentro del penal de Izalco. La FGR desconoció la causa del fallecimiento; sin embargo, Medicina Legal dijo que el reo habría fallecido por sospechas de Covid-19, por tal, no se realizó una autopsia. Sánchez fue capturado en Santa María Ostuma.

Otro deceso dentro del penal de Izalco fue el de Mauricio Alberto Sorto, de 37 años, luego de una aparente negligencia de las autoridades, ya que el reo no recibió sus medicamentos para la presión arterial y ansiedad. La captura de Sorto se habría efectuado en Ciudad Delgado, en San Salvador.

José Jeremías de León Escamilla, de 39 años, falleció tras presentar múltiples golpes en su cuerpo. De León fue capturado en San Marcos, San Salvador. Walter Vladimir Sandoval Peñate, de 32 años falleció en el Hospital de Sonsonate luego que al momento de su arresto (el 3 de abril) los policías le exigieron que expresara que era pandillero, tras negarse, lo golpearon excesivamente.

Con la implementación del estado de excepción se suspendieron varios derechos fundamentales, como el derecho a la defensa, el derecho a ser detenido por solo tres días, pasando así a 15 días. Salvadoreños han comentado, además, que las fuerzas de seguridad no brindan en sí, un motivo concreto por el cual capturan. Entre tanto, el Gobierno pidió a la Asamblea Legislativa una prórroga al régimen de excepción.

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