Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
En el libro: Platón: Obras selecta, troche Edimat. 2012?, doctor Fedón o la inmortalidad del alma, prescription escrita por Platón (427 a.C y Atenas 347 a.C) refiere que no es simplemente una serie de diálogos, sino una compleja serie de problemas como: Psicología, Moral y Metafísica, con tres objetivos: narración, discusión y mito. “La narración es la pintura real y sensible del último día y de la muerte de Sócrates” (pág 530). En general el tema es el destino después de la muerte, Sócrates afirma: “Preciso es, pues, satisfaceros y procurar que esta apología sea más afortunada cerca de vosotros que la primera lo fue cerca de mis jueces. En efecto, Sinmias y tú, Cebes, si yo no creyera encontrar en la otra vida, dioses tan buenos y tan sabios y hombres mejores que los de aquí abajo, sería muy injusto, si no me afligiera tener que morir. Pero sabe que espero reunirme a hombres justos. Quizá pueda lisonjearme de ello al atreverme a aseguraros todo lo que puedes asegurarse en cosas de esta naturaleza, que espero encontrar dioses, dueños muy buenos. He aquí el porqué de que no me aflija tanto la perspectiva de la muerte, confiando en que después de esta vida exista todavía algo para los hombres, y que según la antigua máxima, los buenos serán allí mejor tratados que los malvados” (pág 543); como puede observarse se implanta una visión más allá de la vida, pero aclara más adelante: “…Pero ya es tiempo de que os explique a vosotros, que sois mis jueces, las razones de que me persuaden de que un hombre que se ha consagrado toda su vida a la filosofía, tiene que morir lleno de valor y con la firme esperanza de que al partir de esta vida disfrutará de goces sin fin.” (pág 544); éstas palabras encierran la concepción socrática del paraíso para los filósofos, al igual que la diferencia para los que obran el mal, esto textos implantan la inmortalidad del alma, con descripciones del Tártaro (infierno), así como la transmigración de las almas. El espiritualismo pagano y la moral cristiana coinciden en muchas formas ahora olvidadas, incluso en los mitos sobre el sitio denominado infierno. En nuestra cultura occidental el infierno está asociado de alguna manera a lo penal, lo onírico, al abismo donde se purgan los pecados por toda la eternidad, no obstante en nuestro siglo XXI existen sitios y situaciones que podemos denominar “verdaderos infierno visibles”, el caso de las guerras en medio oriente con millones de refugiados, la esclavitud de niñas cristianas en Kenia por grupos terroristas, las masivas exclusiones de las mujeres por motivos religiosos como los talibanes en Afganistán, el acoso de grupos armados a jóvenes estudiantes, las injusticias institucionales laicas o religiosas y otros, nos conducen a nuevas formas de infiernos sociales, debido a que hace tiempo los males han dejado de ser individuales para convertirse en grotescas inducciones sociales, ejemplos: las drogas legales e ilegales, las armas de destrucción masiva, la imposición de la pobreza a grandes sectores sociales, etc. resulta que el modelo individual de alma por alma, cielo o infierno personal resulta poco afortunado ante las multitudes enajenadas por los poderes terrenales que establecen el infierno en la tierra. Acá conocemos parte del infierno con la guerra civil, las cámaras de tortura, el desaparecimiento de miles de personas, el asesinato de Monseñor Oscar Romero, la pobreza de miles de ciudadanos por estructuras heredadas de antiguos regímenes, la condena de 17 mujeres por la presunción de interrumpir su embarazo y la negación de la Sala Constitucional y Asamblea Legislativa para brindarles amnistía… eso es condenar a esas mujeres al infierno en la tierra… evidente, en infierno está entre nosotros.