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Alejandro Hernández
@SAmigosColatino
A través de una nave espacial, rx proyectada en una pantalla de alta definición de aproximadamente diez metros de alto, Enrique Bunbury hizo su aparición en El Salvador, luego de una interminable espera por parte de sus fans; quienes corearon cada tema a todo pulmón.
Con lentes oscuros, una chaqueta negra de cuero y su característico pelo enmarañado, Bunbury dio sus primeros pasos en el escenario del Gimnasio Nacional, donde lo esperaban al menos tres mil 500 personas para reencontrarse con el músico español.
El tema de apertura fue “Despierta”, del disco que lo puso de nuevo en el mapa de la música, Palosanto, última producción del cantautor con un concepto altamente analítico y de reflexión, al cual le siguieron “El Club de los Imposibles”, “Los inmortales” y “Contracorriente”, de su primer proyecto en solitario Radical Sonora.
“El Salvador, buenas noches, muchísimas gracias por venir”, fueron las primeras palabras de quien fuera vocalista de la mítica banda española Héroes del Silencio; obteniendo el caluroso recibimiento en tierras cuscatlecas.
A esto, le siguieron temas como “Hijo de Cortés”, “Ódiame” (Cover en homenaje a José Alfredo Jiménez), “Más Alto que Nosotros Solo el Cielo” y “Porque las Cosas Cambian”, las cuales predecían que el cantante español cumpliría lo prometido de hacer un repaso por todos sus discos.
En el concierto, destacó la escenografía y los matices “vintage” como los mencionó en alguna conferencia de prensa, desde su pedestal conceptualizado como un Palosanto, el sonido que exquisito de su banda, hasta las proyecciones que llevaron al público a transportar su mente y adentrarse en el mundo del multifacético artista.
Los aplausos parecían eternos en los asistentes, quienes se deleitaron con “Destrucción Masiva”, “El extranjero” y un recuerdo olvidado por el cantante de la extinta banda zaragozana a la que perteneció, “Deshacer el Mundo”, lanzado en 1995 con Héroes del Silencio y que interpretó con su banda Los Santos Inocentes, dándole un toque más conceptual y radicalizado.
Quien pareciera infalible al principio no pudo contener su emoción por su regreso a tierra salvadoreña, emulando una sonrisa de satisfacción luego de terminar cada tema y escuchar la euforia del público, quien desde tempranas horas abarrotó las entradas del recinto.
“Muchísimas gracias, de verdad”, declamó a los asistentes luego del segundo set de canciones de las que sobresale “El rescate”, del disco Viaje a Ninguna Parte, “Los habitantes” de Las Consecuencias, Salvavidas de Palosanto y “El Hombre Delgado que no Flaqueará Jamás”, del Hellville de Luxe.
Incluso, Enrique Bunbury se despidió dos veces, y ante la inconstante petición del público que aclamaba, regresó para interpretar temas como “Lady Blue”, “Puta Desagradecida”, “Infinito” y “Bujías para el dolor”.
De esta manera, al filo de las 11:30 de la noche llegaba el turno de despedirse con “Sácame de Aquí” y “El Viento a Favor”, los cuales dejaron claro que Enrique Bunbury se iría definitivamente, no sin antes agradecer diciendo: “Un inmenso placer haber cantado para todos ustedes, muchísimas gracias El Salvador”; dibujando una sonrisa en su rostro y despidiéndose, acción a la cual le siguieron sus músicos que le acompañan en cada una de sus giras.
Para los fans, desde los que le acompañan con Heroes del Silencio hasta los más recientes, el show fue “inolvidable”, una de las mejores noches acompañados por quien una vez decidió apostar por el rock and roll e iniciar una época que ya se encuentra en los libros de historia de la música.
