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EL JAZZ EN CUBA

Oscar A. Fernández O.

Si Cuba fuera el único país en el mundo, store la tierra sería conocida como el planeta de la música. Sensual, medicine Cuba es una nación de intensos ritmos, colores, emociones, aromas y sabores. Lo que los viajeros recuerdan más es la música palpitante ubicua y los isleños cálidos apasionados que se deleitan en ella. Cuba es una máquina de música, de impulso de sonido de pared a pared, que inspira la escena musical mundial.

Durante la década de 1920, el escenario musical cubano estaba en pleno florecimiento. Al mismo tiempo que se desarrollaba el jazz americano, particularmente en Nueva Orleáns, las primeras bandas empezaron a interpretar el jazz cubano o jazz latino en los clubes nocturnos y hoteles de la isla. El director de banda de jazz cubano más destacado, además de pionero entre los intérpretes de jazz, fue el maestro Armando Romeu, quien dirigió las famosas orquestas Bellamar y Tropicana.

La música de Cuba se basa en gran medida en sus orígenes culturales europeos y africanos. La llegada de miles de esclavos africanos a la isla en el transcurso de trescientos años dio como resultado una gran variedad de formas musicales nuevas. Profundamente arraigada en los ritmos africanos, la música distintiva del país le debe su poder melódico a su legado colonial español. La alegre y enérgica cadencia cubana ha ejercido una influencia significativa en los estilos musicales alrededor del mundo, incidencia que continúa en la actualidad. Con el tiempo, las formas singulares de danza, relacionadas con tipos específicos de música, se han influenciado mutuamente, creando nuevos estilos de expresión.

El jazz afrocubano (en inglés, afro-cuban jazz) es un subgénero del jazz, surgido en la década de 1940 e integrado en el llamado jazz latino, del que fue su primer ejemplo consolidado. Se trata de un ejemplo de género de fusión, procedente de la interrelación entre el be bop y la música cubana (en especial, el son montuno) Los principales artistas que encontramos en la génesis y desarrollo del estilo, fueron Mario Bauzá, Machito, Chano Pozo, Dizzy Gillespie y Tito Puente. A finales de los años 1940, se conoció como Cu bop, nombre derivado de las palabras “Cuba” y “Be bop”. (Carles, Phillipe: 1988) Gradualmente estas agrupaciones se impusieron a sus homólogas norteamericanas que venían contratadas a la Isla, al lograr dominar el lenguaje y el repertorio jazzístico, aunque sin dejar de tocar música cubana, especialmente boleros, danzones y canciones del momento. En 1929 se constituye la primera big band cubana denominada “Hermanos Castros” bajo la dirección del saxofonista Manolo Castro, en la cual se incluían secciones de metal, saxos y ritmos.

A partir de los años 30, época de esplendor de la música cubana en el mundo, surgen varias big Bands importantes, entre ellas Los Curbelo, Havana Casino, Lecuona Cuban Boys y Riversai.

En 1932 el importante músico de la Isla Armando Romeu organiza la primera de su jazz Bands, inspirado en los arreglos de los maestros norteamericanos: Duke Ellington y Fletcher Henderson.

A diferencia de otras jazz band cubanas de la época, las sucesivas agrupaciones de Armando Romeu contaron con arreglistas y músicos de la talla de Chico O’Farril, Pucho Escalante, Bebo Valdés, Peruchín Justiz, Kiki Hernández, Isidro Pérez, Gustavo Más, Rafael Tata Palau, Pedro Chao y el propio Armando Romeu.  A principios de la década de los años 40 y dado el éxito mundial que tiene la música de la Mayor de las Antillas, se produce en Nueva York la fusión entre el jazz y la música afrocubana.

Desde 1930, algunos músicos cubanos ya se habían establecido en esa populosa ciudad norteamericana, entre ellos el cantante Miguelito Valdés y el trompetista Mario Bauzá, éste último quien trabajo con figuras de la talla de Noble Sissle, Don Redman, Cab Calloway y Dizzy Gillespie, considerado uno de los creadores del bop en los años 40.

Al arribar a New York en 1937, el cantante Frank Grillo (Machito), cuñado de Bauzá, le propuso al músico formar una banda que fusionara lo afrocubano y el jazz, por lo que en 1941 surgían Machito y sus Afrocubanos con Mario Bauzá como director musical.

Esa agrupación grabaría con Charlie Parker y otros grandes del jazz y pronto fue rebautizada bajo el nombre de Cubop por Dizzy Gillespie, al incluir en su banda al tamborero cubano Chano Pozo, quien le fuera recomendado por su amigo Mario Bauzá.

En 1979 el cantante y multi-instrumentista Bobby Carcasés organiza una serie de conciertos en la Casa de la Cultura del céntrico municipio Plaza de la Revolución en la ciudad de La Habana, los cuales serían el preludio del evento, primero nacional y luego internacional, que es hoy el Festival Jazz Plaza y que tuvo su primera edición en 1980.

A estos formidables encuentros han asistido grupos y solistas de jazz de Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Brasil, México, España, Venezuela, Nicaragua, Chile, Australia, Polonia, Suecia y otros países. Entre los visitantes es bueno destacar la presencia de Dizzy Gillespie y del saxofonista británico Ronnie Scott, quien además fue coorganizador del festival de 1993.

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