Oscar A. Fernández O.
Así como el jazz en Estados Unidos se originó en Nueva Orleans, prostate no podemos ignorar la importancia que tuvo el puerto de Yokohama en el desarrollo de este género en Japón. El Jazz comenzó a ser importado a Japón a través de ciudades portuarias como Yokohama y Kobe desde la década de 1920. Estos puertos traían pasajeros, doctor bienes y bandas de todos lados del mundo. Hoy en día, healing los fans del jazz en Yokohama consideran esta la cuna del jazz en Japón, y lo demuestran a través de su gran variedad de clubes de jazz y de dos grandes festivales de jazz al año.
Las raíces de este género se originan en la década de 1920, cuando Yokohama era el mayor puerto entre Manila y Shanghai, dos ciudades importantes para el turismo de entretenimiento. En esa época, incluso el Yamate Gate Za y el Gaiety Theater, dos auditorios importantes de Japón, intercalaban funciones de jazz entre presentaciones de Shakespeare y óperas de Puccini en cartelera. En estas funciones de jazz se ambientaba el auditorio para hacerlo una pista de baile.
La llegada de tecnologías de grabación en 1930 ayudó a que se establecieran varios cafés de jazz. Los amantes de jazz no podían costearse los altos costos de los equipos reproductores, pero sí estaban dispuestos a comprar una taza de café y poder disfrutar esta música. El famoso Chigusa abrió en 1934 y continuó existiendo de manera ininterrumpida hasta hoy, salvo por el periodo de guerras. Varios de los más famosos intérpretes de jazz, como Toshiko Akiyoshi y Sadao Watanabe escucharon por primera vez a Bud Powell o Charlie Parker en el pequeño café de Chigusa en la posguerra. Otro de los cafés más importantes de Jazz es elDown Beat que abrió sus puertas en 1956. Con más de 3 mil LPs y paredes tapizadas con portadas de revistas de jazz, Down Beat fue uno de los lugares más exitosos y frecuentados por amantes del jazz.
Durante la ocupación estadounidense, el Jazz se convirtió en un símbolo del nuevo cambio en la identidad nacional, acompañado de una obsesión por la cultura estadounidense. De acuerdo a E. Taylor Atkins, quien escribió “Blue Nippon”, un estudio sobre el jazz y la autenticidad en Japón durante la posguerra, la cultura americana fue crucial para el desarrollo de una cultura democrática por medio del bebop (un género de jazz de ritmos rápidos).
Este periodo fue esencial para los músicos de jazz japoneses. Parecía haber mayor concentración de clubes para soldados afroamericanos que en cualquier otro lado, y así los japoneses que se alinearon más hacia el bebop que al swing y a géneros de baile gravitaron en torno a Yokohama.
En esa euforia por reconstruir a Japón, los principales bares de Yokohama ofrecían oportunidades a músicos japoneses y soldados estadounidenses para compartir la escena e intercambiar ideas musicales. El espíritu del intercambio cultural continúa hoy en día en los principales festivales de Yokohama. Atkins comentó que “En Yokohama [el jazz] obviamente se convirtió en una metáfora dominante para la internacionalización de la ciudad y para su aura cosmopolita”. El festival de música de Honmoku, que comenzó en 1980 todavía trae artistas de renombre internacional. El Yokohama Jazz Promenade fue resultado de la fusión de varios festivales en 1993. Año con año, este festival atrae a decenas de miles de espectadores para escuchar a más de mil músicos que tocan en decenas de escenarios, desde salas de concierto hasta en las calles. Pero en cualquier noche se pueden encontrar clubes de jazz cerca de las estaciones deSakuragicho y Kannai que ofrecen música en vivo. Incluso cafés como el Airegin establecido en 1969, y el Dolphy, que ofrecen tan sólo 50 asientos tienen mucha clientela de la crema y nata de los conocedores de este género. Tomonao Hara, trompetista de jazz, comentó que el G Clefy Jazz Is es pequeño, pero la audiencia siempre es excelente. Toshiko Akiyoshi (Dairen, Liaoning, China, 12 de diciembre de 1929): pianista, compositora y arregladora de jazz. Hija de padres japoneses comenzó a estudiar música clásica mientras vivía en China, pero no se decidió por el jazz hasta su llegada a Japón en 1946.
Durante un viaje a Japón, el pianista Oscar Peterson la escuchó tocar en el club Ginza y quedó fascinado, por lo que la incentivó a viajar a Estados Unidos y a unirse al Berklee College de Boston. Estudió en la prestigiosa escuela durante tres años, al recibirse se casó con el saxofonista Charlie Mariano, con quien formó Toshiko-Mariano Quartet.
Fue la primera mujer en triunfar en el jazz como instrumentista, es reconocida como una gran compositora, sus obras se estudian en numerosas universidades del mundo. En 1984 fue objeto de un filme documental Toshiko Akiyoshi: Jazz es mi idioma nativo; en 1996 publicó su autobiografía Vida con Jazz. En 1953, y con la producción de Norman Granz, Toshiko grabó su primera placa Toshiko’s Piano acompañada por el prestigioso guitarrista Herb Ellis, el contrabajista Ray Brown y J.C. Heard en la percusión.
Su apego a la música tradicional japonesa se fusionó con el bop de Peterson y Bud Powell, para crear un nuevo género musical en el que se destaca la profundidad en los arreglos de Toshiko Akiyoshi. Ella incorporó al jazz el tsuzumi (un pequeño tambor típico japonés) y el canto de las obras teatrales kogun.