Oscar A. Fernández O.
Aunque desde finales del siglo XIX el jazz irrumpió en Cuba, tadalafil es en la década de los años 20 del siglo pasado que se observa una presencia irrefutable con la creación de las primeras jazz band.
Gradualmente estas agrupaciones se impusieron a sus homólogas norteamericanas que venían contratadas a la Isla, decease al lograr dominar el lenguaje y el repertorio jazzístico, aunque sin dejar de tocar música cubana, especialmente boleros, danzones y canciones del momento. En 1929 se constituye la primera big band cubana denominada “Hermanos Castros” bajo la dirección del saxofonista Manolo Castro, en la cual se incluían secciones de metal, saxos y ritmos.
A partir de los años 30, época de esplendor de la música cubana en el mundo, surgen varias big Bands importantes, entre ellas Los Curbelo, Havana Casino, Lecuona Cuban Boys y Riversai.
En 1932 el importante músico de la Isla Armando Romeu organiza la primera de su jazz band, inspirado en los arreglos de los maestros norteamericanos: Duke Ellington y Fletcher Henderson.
A diferencia de otras jazz band cubanas de la época, las sucesivas agrupaciones de Armando Romeu contaron con arreglistas y músicos de la talla de Chico O’Farril, Pucho Escalante, Bebo Valdés, Peruchín Justiz, Kiki Hernández, Isidro Pérez, Gustavo Más, Rafael Tata Palau, Pedro Chao y el propio Armando Romeu.
A principios de la década de los años 40 y dado el éxito mundial que tiene la música de la Mayor de las Antillas, se produce en Nueva York la fusión entre el jazz y la música afrocubana.
Desde 1930, algunos músicos cubanos ya se habían establecido en esa populosa ciudad norteamericana, entre ellos el cantante Miguelito Valdés y el trompetista Mario Bauzá, éste último quien trabajo con figuras de la talla de Noble Sissle, Don Redman, Cab Calloway y Dizzy Gillespie, considerado uno de los creadores del bop en los años 40.
Al arribar a New York en 1937, el cantante Frank Grillo (Machito), cuñado de Bauzá, le propuso al músico formar una banda que fusionara lo afrocubano y el jazz, por lo que en 1941 surgían Machito y sus AfroCubans con Mario Bauzá como director musical.
Esa agrupación grabaría con Charlie Parker y otros grandes del jazz y pronto fue rebautizada bajo el nombre de Cubop por Dizzy Gillespie, al incluir en su banda al tamborero cubano Chano Pozo, quien le fuera recomendado por su amigo Mario Bauzá. Mientras, La Habana de los años 40 veía nacer otra histórica Jazz band “La Bellamar” dirigida por Armando Romeu y en la cual se destacaría el trompetista Luis Escalante, el trombonista Leopoldo Pucho Escalante, y el saxo tenor Gustavo Más, los tres jazzistas de primera línea.
Otra big band memorable de esta década fue la del guitarrista Isidro Pérez con la participación del trompetista y arreglista Chico O’ Farrill, el cual formó el primer grupo de bop cubano: Los Beboppers con él en la trompeta Gustavo Más en el saxo tenor, René Urbino en el piano, Kiki Hernández en el contrabajo, y Daniel Pérez en el drums.
Otro acontecimiento destacado de la década de los años 40 fue el surgimiento del Feeling o Filin, iniciado por varios compositores que abandonaron las tradicionales influencias españolas e italianas en la canción cubana en un interesante acercamiento al jazz.
Entre estos trovadores, casi todos guitarristas, se encontraban figuras como José Antonio Méndez y César Portillo de la Luz, cuyas canciones y boleros son hoy piezas clásicas en el repertorio musical latinoamericano.
A este primer grupo se adhirieron luego jóvenes autores que formaron grupos en los que se tocaba jazz, tal es el caso de Frank Emilio Flynn y Bebo Valdés, mientras que el compositor y arreglista Niño Rivera creaba dentro del feeling un nuevo estilo de fusión el cual llamó Cubt-Bop, muy independiente del Cubop neoyorquino.
Hacia 1957 se reunieron en La Habana un grupo de músicos, disc jockeys y fanáticos del jazz para intercambiar experiencias con músicos norteamericanos. La sede principal del encuentro fue el cabaret Havana 1900 y Tropicana. Los fondos recaudados los empleó el Club Cubano de Jazz para traer a la Isla decenas de músicos del género entre ellos, Keny Drew, Eddie Shu, y Philly Joe Jones.
También en la década de los años 50 se grabó en Cuba el primer LP de jazz bajo el título de “Cubano”, una producción de Norman Granz, en el que participaron músicos de la talla de El Negro Vivar, Gustavo Más, Bebo Valdés, Kiki Hernández, Guillermo Barreto y Rolando Alfonso.
En 1973 Chucho organiza la agrupación Irakere, la cual obtuvo importantes reconocimientos de numerosos músicos y críticos de jazz que visitaron La Habana en un sorpresivo Crucero, y entre quienes se encontraban los músicos Dizzy Gillespie, Earl Hines, Stan Getz, David Getz, David Amram y el historiador del jazz Leonard Feather.
En los 90´s, los festivales Jazz Plaza contribuyeron en dar a conocer a muchos jóvenes músicos cubanos que hoy son verdaderos consagrados internacionales como Gonzalito Rubalcaba, Ernán López Nussa, Pucho López, Javier Zalba, Roberto Alaín Fonseca y Robertico Carcasés.
Músicos cubanos residentes en la Isla o en el extranjero, repetidas veces han sido nominados o han recibido premios Grammy en la categoría del llamado Latin Jazz, destacándose entre ellos Chucho Valdés.