Oscar A. Fernández O.
La historia de la música negra (tomo esta licencia para referirme a la música popular de los afroamericanos, aun cuando hoy en día la interpreten músicos de todo el mundo) está unida a la historia de su pueblo. No es el objetivo de este escrito formular ningún análisis de esta historia, tampoco un resumen ni una síntesis. Recomiendo encarecidamente leer el libro mencionado antes para tal fin. Sin embargo, sí es necesario aclarar que la evolución de la música popular sigue de muy cerca las miserias y los avances sociales de su pueblo. El blues, el jazz, el soul o el hip-hop, por ejemplo, han sido y son músicas que tienen conexiones muy fuertes con los hechos de su tiempo. Han significado los lamentos o los cantos a la libertad de un pueblo en constante lucha por sus derechos, como individuos y como comunidad. Propongo, a continuación, cinco canciones que para mí tienen mucho significado y nos acercan un poco a la historia de la lucha de los negros en el continente norteamericano. Es una elección completamente personal, según mis propios gustos, pero también por el significado que tenían estas canciones, las circunstancias que motivaron su composición o la trayectoria del artista. En cualquier caso, son cinco canciones que realmente me maravillaron. Cinco canciones, en resumen, que, al contrario de lo que suele creerse en este país, al tiempo que estrellas del pop y el rock blancas de piel y de clase media vendían una postura progre, había una música salida del corazón, con la rabia de un pueblo oprimido económica y socialmente, que era sincera y hablaba de lo que la gente vivía, con un lenguaje que podían entender y que les daba fuerzas para continuar luchando por su emancipación.
Últimamente más conocida aquí por haberse utilizado para la campaña a las elecciones a la presidencia de los EE.UU. por parte de Barak Obama, “A Change Is Gonna Come” es una de las canciones más populares en aquel país sobre la lucha por los derechos civiles. Aunque poco conocido aquí, su autor, Sam Cooke, fue uno de los músicos más influyentes de la música popular durante la primera mitad de los años 60 en los Estados Unidos. Cooke fue un cantante de éxito en el campo del gospel durante la década de los años 50. Tras haber alcanzado el punto álgido de su carrera en la música negra sacra, decidió que quería llegar más lejos y optó por abrazar la música profana: el pop y el rhythm & blues. También en este campo triunfó, y llegó a ser uno de los cantantes de más éxito, ya no sólo en la música negra sino entre el auditorio blanco, que siempre había sido su objetivo. Gracias a ello, su vida fue un ejemplo para otros muchos artistas. Cosas que pueden parecer tan insignificantes como dejar de alisarse los cabellos y llevarlos con el natural rizado característico de los negros tuvieron entonces mucha trascendencia. Por ejemplo, Aretha Franklin explicó en una ocasión que cuando la gente vio que Sam Cooke salía actuando por televisión con los cabellos naturales, todo el mundo dejó de seguir alisándoselos. Hasta ese punto estaba explotada la comunidad afroamericana, que para integrarse entre la comunidad blanca había de imitar su aspecto físico. En el ámbito musical, se reconoce a Sam Cooke como un excelente compositor, un gran escritor y uno de los mejores cantantes que la música negra ha generado jamás. Además, fue el primer músico en controlar todo el proceso de producción y llegó a ser un destacado empresario dentro la música, al promocionar a muchos grandes artistas negros antes de que Motown llegara a ser lo que fue. Todo esto lo explico para entender mejor el impacto social que llegó a tener la canción que propongo, “A Change Is Gonna Come”. Esta canción fue escrita por Cooke en el año 1964 en respuesta a los hechos que se vivían en aquellos años, con la dura represión que vivía la comunidad negra desde que a finales de los años 50 se rebeló de modo masivo con manifestaciones, boicots, huelgas… dentro de lo que se denominó el Movimiento por los Derechos Civiles. “A Change Is Gonna Come” es, también, una composición brillante, con una letra que habla de la libertad que está a punto de llegar. Es la canción reivindicativa dentro la música negra más importante de la primera mitad de los años 60. Que una figura públicamente admirada y respetada en el mundo de la música y el pop publicara este tema tuvo un fuerte impacto en la comunidad negra, puesto que dio fuerzas a los jóvenes que luchaban en las calles y llenó de orgullo y dignidad a la gente mayor. No es extraño pues, entender por qué ha sido un tema infinitas veces versionado a lo largo de las siguientes décadas (yo destaco la versión de Otis Redding, que comparte el título de Rey del Soul con Cooke) y que Obama lo usara en su campaña presidencial por el fuerte significado que tenía en el seno de la comunidad afroamericana.