Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
El padre Johnny Flores, de la parroquia de Santa Marta, presidió la misa de este domingo en la Cripta de Catedral Metropolitana de San Salvador, donde invitó a los feligreses a aprender aceptar la voluntad de Dios, ya que muchas veces se tiende a seguir la voluntad de los hombres y no la de Dios.
Flores sostuvo que el libro del profeta Ezequiel insta a aprender de la voluntad de Dios. “Los cristianos católicos tenemos aquella bella oración llamada Padre Nuestro, y en ella decimos -hágase tu voluntad- pero muchas veces lo decimos solo de labio, decimos -hágase la voluntad del señor- pero queriendo que se haga mi voluntad, queriendo que se haga mi capricho y no debe de ser de esa manera”, dijo el padre.
“Soy yo quien debo de someterme a la voluntad de Dios, en nuestra sociedad día tras día va surgiendo otra mal llamada iglesita; alguien se resiente y forma una iglesia paralela, se fabrica un Dios a su medida, un Dios que tolere lo que yo quiero para mí. No es Dios quien se debe de acoplar a mis caprichos, soy yo quien debo abandonarme a la voluntad de Dios, pero ciertamente, esto cuesta”, agregó Flores durante la homilía.
Abandonarse en la voluntad de Dios es difícil, consideró el sacerdote, ya que implica “salir de nuestro egoísmo y comodidad y aprender a aceptar aquello que Dios quiere y que muchas veces no es lo que tú quieres”.
El profeta Ezequiel decía que “el justo que se aparta de la justicia de Dios y sigue sus caminos, o sea, los caminos propios del hombre, se va a condenar; en cambio, el pecador que abandona el pecado y sigue el camino del señor, encontrará la salvación”.
En ese sentido, el religioso concluyó que “no debemos nosotros llamarnos justos solo porque venimos a la eucaristía los domingos; al contrario, la iglesia está llena de pecadores, ustedes y yo somos pecadores, no somos santos, pero estamos en un camino de conversión, en un camino de querer cumplir los mandatos del señor”.