Marlos Chicas,
el tecleño memorioso
Echando una mirada al ayer, Nueva San Salvador, hoy Santa Tecla, despuntó, desde su fundación, allá por 1854, por la pujanza de su gente y la bendición de sus recursos naturales.
Ya adelantado el siglo XX, surge la visión de un ilustre caballero: don Eduardo Guirola Duke, hijo de don Ángel Guirola de la Cotera y Doña Cordelia Duke Alexander, por engrandecer la ciudad de sus padres.
De tal manera que, don Eduardo Guirola, dona a la municipalidad tecleña, el 3 de julio de 1941, una finca de 12 manzanas conocida como El Cafetalón, utilizada como hipódromo en tiempo atrás por las importantes familias de caficultores de la época.
Don Eduardo, dejó plasmado en su testamento, que El Cafetalón serviría a los habitantes de Santa Tecla, para la práctica de deportes, recreación y actividades culturales o académicas, nunca para otras actividades fuera de las estipuladas. En esto fue enérgico.
El Cafetalón ha sido el lugar tradicional de los tecleños para la práctica del fútbol, softball, baloncesto y atletismo. Así mismo ha sido el paseo familiar y romántico de cientos de generaciones de tecleños. Con el pasar de los años, el terreno se desmembró dando paso a muchas instituciones, entre las cuales citamos al Hogar de Niños Adalberto Guirola (ampliación), Instituto Nacional José Damián Villacorta, Escuela Católica Alberto Masferrer, Canal 10, ITCA, Departamental de Educación de La Libertad, Centro Escolar Marcelino García Flamenco y Comunidad La Cruz.
Durante la administración de izquierda en Santa Tecla, dio inicio en el año 2000, un ambicioso proyecto de hacer de El Cafetalón. “El Centro Deportivo y Recreativo más grande del país”; iniciando con el mejoramiento de la iluminación del lugar. En 2004, se realiza la pavimentación de la pista atlética; en 2012, se instala grama sintética en tres canchas del complejo deportivo, así como la construcción de un Complejo Acuático.
A lo largo de 18 años, El Cafetalón fue un referente en el deporte y en la cultura. Al cambiar la administración municipal muchos proyectos, lamentablemente quedaron truncados. Por desgracia, con la llegada de la derecha en 2015, a la administración de la comuna, comienza la destrucción acelerada de nuestro querido parque, ya que se ha irrespetando la voluntad testamentaria de don Eduardo Guirola, que prohibía, tajantemente, el uso del terreno para otros menesteres que no fueran lo deportivo, cultural o académico.
El actual alcalde se ha empeñado en talar y talar árboles, para instalar desde empresas transnacionales de comida rápida, hasta los más diversos chalets populares. Además, ha utilizado zonas verdes protegidas para edificar infraestructura deportiva, que bien pudo tener otra ubicación.
El Cafetalón de hoy, es un mega mercado alrededor de una pista atlética. ¡Qué quede claro! No estamos en contra de las fuentes de trabajo, pero éstas no pueden desarrollarse a costa del usufructo de terrenos municipales, que sólo sirven para saciar la ambición de impuestos municipales del alcalde d´Aubuisson.
¡Señor Alcalde y Concejo Municipal, están a tiempo de revertir el atropello a la voluntad del don Eduardo Guirola, trasladen a donde corresponde todas las ventas que han ilegalmente instalado!
Señor Alcalde, ya destruyó el Paseo El Carmen; ya desalojó con lujo de matonería las ventas en las calles, sin consensos democráticos; ya deterioró el Palacio de la Cultura y las Artes, reduciéndolo, después de tanta actividad cultural del pasado, a la total inactividad; ya desarticuló el Museo de la Ciudad, todo un monumento a la memoria histórica, que usted tanto desprecia y pretende ocultar. Sigue en su necedad por destruir el templete del Parque San Martín, con tanta agua que lo baña a diario ¿Entonces? Parece que lo único que ha favorecido su agenda es aumentar la inutilidad en la recolección de la basura de la ciudad y convertir el Paseo El Carmen, en un bebedero y lugar de dudosa reputación, las 24 horas del día.
Señor Alcalde, con todo respeto, si quiere que la historia lo recuerde como quien hizo de Santa Tecla “Una ciudad de primer nivel”, enmiende todos estos yerros, y retorne El Cafetalón, a la voluntad testamentaria de quien lo donó para el pueblo tecleño. Recuerde que, en 2021, los tecleños esperamos muchas delegaciones deportivas del próximo evento que se aproxima. “¡El que tenga oídos, que oiga!”.
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