EL LIBRO DE TU AUSENCIA. Homenaje a escritor Jorge Ramírez
Por: Carlos Domínguez
Hay personajes que extrañaremos ver en esta reapertura de la vida y las cosas normales, bueno casi normales en el gran San Salvador (la capital), en estos días finales de Agosto 2020. Pero hay un personaje que extrañaré verlo casi todos los días, tuve la dicha de conocerlo, compartir con él la poesía, cerveza, y más de una buena conversación de filosofía popular. Este buen amigo era Jorge Ramírez. Un luchador literalmente hablando, un sobreviviente más en este pequeño país El Salvador, pero grande, inmensamente pobre y que es esta pobreza que nos obliga a vivir en la rebusca diaria para subsistir todos los días.
Jorge Alberto Ramírez era un vendedor de libros nuevos y usados pero más usados y también era mi amigo, un personaje típico un ex combatiente un adulto mayor con espíritu de joven, que nació aquí en la capital San Salvador en el año de 1946. No sé desde cuando vendía libros en las afueras y aceras de la Casa de la Cultura del Centro entre la 1ª. Calle y la 23 Avenida Norte enfrente del parqueo del Ministerio de Salud. No sé si le iba bien con la venta pero de allí, con lo que vendía tenía que pagar sus gastos de vida, alquiler de casa, pagar agua, luz, y comprar sus alimentos diarios y porque no una bebida Pilsener grande, porque le gustaba la cerveza nacional como la poesía nacional de Roque Dalton. Vivía solo es decir no tenía compañera de vida solo un hijo que ya es mayor de edad.
Quiero con su permiso dedicarle este poema.
Poeta hermano
Ahora somos nardos blancos
Antes feroces cuchillos desgarrando
tus vísceras.
Hoy proclamaremos un brindis
por tu ausencia
Antes te negamos una copa.
Cuanto me hubiera gustado
que murieras con una cerveza en tus labios
Y seguramente con un libro
en tus manos
Gritando injurias a cualquier gobierno
Proclamando la bandera de la justicia social
y recitando un poema irreverente
a los hijos de puetas con ideas tontas
En sus cabezas.
Murió el 23 de junio del 2020 de COVID -19 dicen, yo digo que lo mato la soledad, el encierro también le cerró los ojos, en esta vida nada más, por sé que donde se encuentre encontrará un bar, una mucha bonita a quien le compondrá y le regalará poemas. También encontrarás a sus viejos camaradas, recitarás poemas revolucionarios y seguramente amargarás a un político empleado de gobierno enterrado con sus nuevas ideas.
Amigo Jorge, no solo yo te recordaré, un día menos esperado te llevaré tus libros para que sigas vendiendo y cultivando la lectura que mucho y a muchos nos hace falta, también seguiremos filosofando y teniendo esos agarrones fuertes con algunos que se creen eruditos sabelotodo de la realidad nacional
Hasta Luego amigo Jorge Ramírez, nos volveros a juntar para leer más poesía, acompañados de una cheba grande bien helada.
Jorge era además de amigo un poeta, un asiduo lector, promotor cultural, incursionó en la actuación, formo parte de comité ciudadano de la casa de la cultura del centro, era invitado y participaba en ferias de libros, en recitales en universidades y en muchas casas de la cultura del país.