MSP.Dr Roberto German Tobar Ponce
Quiero a los lectores de este prestigioso rotativo y a todos los maestros en su día decirles que ser maestro es uno de los oficios más dignos del mundo. Ser maestro implica más que haber ido a la Universidad, hospital medical o ser una persona con una capacidad académica suficiente para dictar una cátedra de determinado tema, discount buy cialis lo principal que deben tener en cuenta los maestros es que son un modelo a seguir para cada uno de los alumnos, illness estos están observando de forma constante como actúan y aun como se visten. El recordado maestro Saúl Flores repetía con frecuencia a sus estudiantes que hay que saber distinguir entre maestro y profesor. El profesor desempeña un trabajo; el maestro desempeña una misión. Creo que todos los que ya tenemos una vida dedicados a la formación, sabemos que para ser docente es importante tener las características y rasgos personales siguientes: Cordialidad, autoridad, paciencia, entusiasmo, humildad, facilidad de comunicación, creatividad, ser reflexivo, capacidad de trabajo, seguridad en sí mismo, buena preparación y disposición a la formación continua, capacidad investigadora, habilidad manual, capacidad de organización y planificación, orientador, capacidad de evaluación, motivador, responsabilidad, debe mantener siempre vigente la ética profesional, en sus enseñanzas y en su actividad.
Por todo lo anterior sabemos que se acabaron los profesores dictadores, de clases, hoy los profesores son acompañantes respetuosos del proceso de formación de los estudiantes, y no de información, sabe que Internet conoce más datos que él, por eso, ya no es dueño de la verdad ni del saber absoluto, enseña a sus alumnos a pensar más que a memorizar, les proporciona los elementos para que aprendan a preguntar y a buscar respuestas, se preocupa por formar excelentes seres humanos y buenos profesionales.
Muchos profesionales de la salud, al presente estamos dedicados a la enseñanza superior, pero las expectativas de que nuestra Universidad tenga un presupuesto digno para nuestra casa de estudios y por ende mejoren las condiciones de los educadores Universitarios, tiene una ventana de esperanza con la llegada del Profesor Salvador Sánchez Cerén, quien fue un maestro y sabe de las inclemencias del maestro y tratara de ayudar al catedrático Universitario, aunado que el Sr. Presidente tuvo a bien de nombrar al Ingeniero Carlos Canjura, un docente universitario como Ministro de Educación, el cual en una reciente declaración en este rotativo el ingeniero Canjura respondió ante la pregunta si se incrementaría la inversión en educación y el respondió que en nuestro país estamos usando el 3.7% del (PIB) para educación, es de los países que menos invierte en educación, dijo que hará todos los esfuerzos para que se vaya incrementando y espera que al finalizar este periodo el (PIB) sea del 6% en educación, todos sabemos que la ignorancia tiene efectos altos en desarrollo y competitividad de los pueblos.
Por eso quiero decirles a los lectores que el presupuesto Universitario es de $74,866.915, y con una población estudiantil de 54,584 estudiantes, siendo 24,949 hombres y 29,635 mujeres, con este presupuesto difícilmente se podría atender a la población estudiantil demandante y a la vez, su personal no podrá mejorar las condiciones de actualizaciones en su formación, es de recordar a los lectores que ningún país de primer mundo podría llegar a ser competitivo con esta inversión en la Educación Superior.
A pesar de las vicisitudes en cuanto a escaso presupuesto y por ende a una baja escala salarial, a pesar de esto, el cuerpo docente está trabajando en la transformación educativa a través de mejoras en los currículos de la carrera los cuales son aplicados en el sistema sanitario del país. A principios del siglo pasado se introdujeron reformas innovadoras, mediante la integración de la ciencia moderna en el currículo de las facultades de las universidades, estas reformas equiparon a los profesionales de la salud con el conocimiento que contribuyó a duplicar la esperanza de vida de nuestros pacientes, a inicios del presente siglo, no todo estaba bien, persistían evidentes vacíos y desigualdades en salud tanto entre países como dentro ellos mismos, en nuestro caso uno de los problemas grandes del sistema de la salud es la segmentación, lo cual genera injusticia. Al mismo tiempo, los sistemas de salud a nivel mundial están luchando para mantenerse al nivel requerido, mientras que se hacen más complejos y costosos, para operar, con las exigencias adicionales de los trabajadores de la salud.
La educación médica no se ha desarrollado al ritmo de estos retos, fundamentalmente por contar con un currículo fragmentado, obsoleto y estático que produce graduados mal formados, es por esto ha sido necesario realizar tres tipos de reformas educativas que han caracterizado el progreso el siglo pasado, por lo que se realizó la primera generación la cual estaba fundamentada que el currículo estuviera basado en la ciencia, la segunda generación introdujo innovaciones instructivas mediante un currículo basado en la resolución de problemas, ahora necesitamos una tercera generación con un currículo basado en sistemas para mejorar el rendimiento de los sistemas de salud mediante la adaptación de las competencias profesionales.
La Universidad Nacional, tanto para el pre y postgrado requiere definir, cuáles deben ser las competencias actualizadas que necesita para garantizar que un maestro se identifique plenamente con el compromiso y responsabilidad de desempeñar sus funciones de acuerdo a los requerimientos que el escenario nacional e internacional demanda en el presente, se concibe la competencia como una combinación de atributos que describen el nivel o grado de suficiencia con el que una persona es capaz de desempeñarlos. Se trata de una combinación dinámica de conocimientos-compresión, actitudes-valores y capacidades-habilidades que se ponen de manifiesto en los resultados o logros obtenidos, en síntesis la competencia tiene su base en el conocimiento y está asociada a contenidos cognitivos, comportamentales y actitudinales.
Es importante saber que a nivel mundial, existen 2420 escuelas de medicina, 467 escuelas o departamentos de salud pública, donde se preparan alrededor de 1 millón de nuevos médicos, y profesionales de la salud pública cada año. Las severas deficiencias institucionales se ven exacerbadas por una mala distribución de las mismas, tanto entre los países como dentro de ellos mismos, cuatro países (China, India, Brasil y EEUU) tienen cada uno más de 150 escuelas de medicina, mientras que 36 países no tienen ni una escuela de medicina. 26 países en el África sub-Sahara tienen una o ninguna escuela de medicina, casi la mitad de los países a nivel mundial tiene una o ninguna escuela de medicina. En vista de estos desbalances, no es sorpresa que el número de escuelas de medicina no se relacione ni con el tamaño de la población del país ni con la carga nacional de enfermedades.
El gasto global total para la educación profesional en salud bordea los $100 billones por año, nuevamente con grandes disparidades entre países. Este monto es menor al 2% de los gastos en salud a nivel mundial, lo cual resulta lamentablemente modesto para un sector de intenso trabajo y dirigida por el talento. El costo promedio por graduando es de $113. 000 para los estudiantes de medicina y con los más altos costos unitarios en Norteamérica y los más bajos en China. En Latinoamérica y el Caribe existen más de 5.000 instituciones de enseñanza superior, 15% de ellas, propiamente universidades. Algo más de la mitad son universidades privadas que matriculan, en general, entre 40 y 65% del total de estudiantes de enseñanza superior, además en América Latina, el gasto por alumno creció de $480 a $937. A nivel de Educación Superior, El Salvador cuenta con una Universidad Estatal, veintiséis privadas, seis Institutos Especializados de Educación Superior y nueve Institutos Tecnológicos (en total cuarenta y dos instituciones), normados por la Ley de Educación Superior y su Reglamento. La Educación Superior se enfrenta a una serie de desafíos en un mundo que está sufriendo transformaciones, por ello debe revisarse su misión y redefinir muchas de sus tareas sustantivas, en especial aquellas que se relacionen con las necesidades de la sociedad en materia de aprendizaje y superación continua. Un punto clave en su misión de la Educación Superior está dirigida a elevar la formación pedagógica de los profesores, lo cual tributará en una mejor preparación de los egresados universitarios, es por eso el Ingeniero Canjura apuesta a mejorar la calidad del maestro, ya que lo que sabe el profesor es el reflejo del saber del educando. Termino este artículo, como siempre lo hago con un mensaje, esta vez de “José Ingenieros quien dijo No hay perfección sin esfuerzo. Los mediocres jamás cosechan rosas por temor a las espinas”