Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Es como el mensaje de Jesús de ayer, hoy y siempre. Los mensajes de los mártires siempre tienen vigencia. El que no lo vivamos o no los interpretemos bien, esa es otra cosa”, dijo el padre Carlos Alfonso Torres Cornejo, de la Parroquia Jesús Cautivo El Calvario de la Diócesis de Zacatecoluca, La Paz, en la santa misa en la cripta de catedral metropolitana. Lo anterior fue expresa al reseñar la vida comprometida de los mártires.
El sacerdote comentó la visita del papa Juan Pablo II, cuando él era un estudiante de segundo año de teología y le tocó llevar el báculo del papa en la ceremonia. “Nos sorprendimos que viniera -recordemos- era 1983, en pleno conflicto armado, a tres años del asesinato de Monseñor Romero y el papa que había sufrido un atentado en 1981, por un turco en la Plaza San Pedro. Una situación de incertidumbre e incluso su mismo médico le advirtió, que no era bueno venir a un pueblo tan violento como el salvadoreño, pero decidió venir porque entendía a los que sufrían la guerra”, relató.
“Un papa o un obispo que asumen con plenitud su pastoreo con los que sufren, están haciendo lo que hizo Jesús, cuando vino y estuvo con nosotros a una edad tan corta de 33 años, porque 30 años los pasó inmerso en una comunidad tan pequeña como Nazaret en situaciones complejas, donde se identificó con los migrantes, con el pobre que nace en condiciones difíciles como él naciendo en un pesebre o sea se encarnó en todos pero no entendieron su mensaje”, señaló padre Torres.
“Ahora, las mismas palabras de Cristo están impresas en Monseñor Romero, en aquél momento no lo entendíamos, aún en medio de la Iglesia, habían cuestionamientos, pero él se mantuvo fiel a Cristo. El mismo Jesús fue traicionado por sus mismos amigos a los que amó. Jesús no se equivocó somos nosotros que no sabemos responderle porque damos respuestas mediocres, interesadas o egoístas”, sostuvo.
Sobre la vigencia del mensaje de San Oscar Arnulfo Romero, el padre Torres indicó que seguirá “vigente” y sería “antes de pensar en nosotros mismos, pensemos en los que más sufren”, tras señalar que fue un pastor que nunca se acomodó para sí mismo si su rebaño estaba pasando una situación difícil, en el contexto del conflicto armado.
“Monseñor Romero, le pedimos siempre que su enseñanza, el amor a los pobres, siempre siga calando en el corazón de todos los salvadoreños, como lo dijo Juan Pablo II, cuando en su visita (1983) se desvió a catedral metropolitana donde estaba Monseñor Romero y monseñor Modesto, dudó abrir porque pensó que a tomarse catedral habían llegado y cuando ve al papa Juan Pablo II, abrió”, recordó.
“Esos momentos bien plasmados cuando se arrodilla ante la tumba de Monseñor Romero, y luego de unos minutos dijo -vámonos ya tengo que decirle a los salvadoreños- el mensaje fue que la pastoral de Monseñor Romero tenía que ser transmitido y por eso él sigue vivo entre nosotros, no hay ninguna duda, solo guardemos la fidelidad hasta el último momento”, puntualizó padre Carlos Torres.