Londres / AFP
Joseph Sotinel
Las sanciones de Estados Unidos contra los importadores de petróleo iraní pueden desestabilizar un mercado en precario equilibrio y provocar una disparada de los precios del crudo, bajo la atenta mirada de Arabia Saudita.
En las próximas semanas, el mercado se centrará por completo en las exportaciones de Irán, en la cuestión de saber si el país hace trampas o si la producción decae», considera Riccardo Fabiani, analista de Energy Aspects, entrevistado por la AFP.
– Irán, actor clave del mercado –
A partir del lunes, Estados Unidos sancionará a los compradores de petróleo iraní para privar a Teherán de su principal fuente de ingresos.
El oro negro es crucial para la tesorería de Irán, pero ese país, tercer mayor productor de la Organización de País Exportadores de Petróleo (OPEP), es también uno de los pilares del mercado mundial.
En abril, el país exportó el equivalente de 2,5 millones de barriles por día, antes de que los compradores empezasen a evitarlo debido al anuncio de sanciones.
«Incluso si Estados Unidos acuerda exenciones, Washington pedirá que el volumen que se importa de Irán baje considerablemente», señala Giovanni Staunovo, analista de UBS que prevé por lo tanto un alza de precios.
– La incógnita de la exenciones –
Sin embargo, los precios del petróleo perdieron casi 15 dólares en menos de un mes, tras haber alcanzado a principios de octubre su nivel más alto desde hace dos años y medio con un barril de Brent a más de 85 dólares.
Una parte de la explicación está en la postura ambigua de Estados Unidos, que tras haber afirmado que el objetivo de las sanciones era reducir las exportaciones a cero barriles suavizó su posición.
La administración estadounidenses acordó exenciones a ocho país, anunció el viernes el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, sin citar cuáles.
Los analistas consideraban que India, uno de los principales importadores mundiales, estaría en la lista.
«India explicó a Estados Unidos que no podía cesar sus importaciones antes de marzo, en un momento en que se enfrenta a una grave crisis monetaria» que hunde su poder adquisitivo, afirma Joel Hancock, analista de Natixis. El petróleo iraní es más barato y mejor adaptado a las refinerías indias.
Por otra parte, el alza del precio del barril, y por lo tanto de la gasolina, tiene un efecto negativo en la moral de los estadounidenses.
«Si los precios vuelven a subir o si otro gran productor enfrenta dificultades, eso podría presionar a Estados Unidos y hacer que emita nuevas exenciones», juzga Fabiani.
– Incierta producción saudita –
Los otros grandes países productores de petróleo deberán hacer un esfuerzo por bombear más para compensar la reducción del crudo iraní. Pero al hacerlo podrían disminuir su capacidad de reacción en el futuro, en caso de que estalle una nueva crisis.
Arabia Saudita, primer exportador mundial, afirmó poder responder a la reducción iraní, pero algunos actores del mercado temen que el reino esté agotando sus capacidades de reserva.
«Arabia Saudita puede producir 12 millones de barriles al día, pero a condición de invertir», considera Hancock. El país produce actualmente un poco menos de 11 millones de barriles diarios.
Según este analista, Riad solo puede contar por el momento con 300.000 barriles diarios de capacidad de reserva, es decir cuya extracción puede lanzarse en menos de 30 días.
«Todo el mundo habla de Arabia Saudita, pero las exportaciones del país son estables, en torno a 10 millones de barriles por día», subraya Samir Madani, analista de Tanker Trackers, empresa especializada en el seguimiento de buques petroleros por satélite.
«La verdadera alza viene de Irak, que exporta 4,2 millones de barriles al día, un volumen que no había visto nunca antes», agrega.
En su opinión, Estados Unidos, que está a punto de convertirse en el primer productor mundial gracias a sus exportaciones de petróleo de esquisto, podría responder a una parte de la demanda, pero no tiene capacidad de exportación.