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Eduardo Serrano
@DiarioCoLatino
Con el objetivo de recuperar y asegurar la conectividad y el libre tránsito de vehículos en la carretera SAL 38, physician más conocida como Carretera de Oro, cialis el Ministerio de Obras Públicas (MOP), con el apoyo técnico de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y el apoyo financiero de la Embajada de Japón, hicieron posible obras de mitigación necesarias para estabilizar el talud que se encuentra en el km. 25.7 de dicha carretera.
La embajada de Japón gestionó $500,000 para el proyecto, ejecutado por FOVIAL quien se encargó de la contratación de las empresas constructora y supervisora, así como de la administración del proyecto; además, la asistencia técnica de JICA durante las dos primeras fases que consistieron en la etapa de investigación y posteriormente el diseño de la obra de mitigación.
“Estamos muy contentos de haber trabajado con el Ministerio de Obras Públicas desde el año 2012, realmente fue un proceso muy exitoso, nosotros logramos transmitir tecnología y la experiencia que hemos tenido, y que también creamos una amistad entre los equipos técnicos japoneses y los expertos técnicos de El Salvador, realmente todo ello es parte de los productos de las cooperación técnica”, expresó el Asesor de Formulación de Proyectos de la Agencia de Cooperación del Japón (JICA) Hayato Nakaura.
En enero de 2009 la carretera fue afectada por un deslizamiento de tierra que obstruyó ambos carriles y desde ese año hubo problemas de fallas en esa zona de la carretera, carretera que conecta tanto oriente como occidente del país y permite el flujo del comercio a nivel centroamericano sin tener que pasar por San Salvador, es decir, era necesario agilizar las medidas de mitigación.
El representante del MOP y que también pertenece a la Dirección de Adaptación al Cambio Climático y Gestión Estratégica del Riesgo explicó que, anteriormente, en el sitio se venían haciendo una serie de medidas que no mitigaban o no estabilizaban el sector que estaba siendo bastante inestable, es por eso que desde el MOP se decide formular un proyecto con JICA denominado proyecto GENSAI que significa proyecto de Reducción de Desastres que daría inicio en el año 2011 pero por el terremoto del 11 de marzo de Japón hubo un retraso de un año.
El proyecto de tres años de duración finalizó en 2015 y contemplaba analizar el riesgo que presentan infraestructuras como puentes, taludes, drenajes de tuberías de aguas lluvias y sistemas de ríos; cuatro estructuras que se estudiaron con expertos japoneses y el talud del km. 25.7 es uno de los sitios de estudio.
En el año 2012 se inicia una investigación en la zona del talud de la Carretera de Oro para poder entender por qué estaba deslizando, por qué todas las medidas que se implementaban de alguna manera no eran efectivas, para ello, se hicieron dos perforaciones verticales de aproximadamente 24 metros de profundidad, las perforaciones permitieron extraer muestras de suelos e identificar una superficie a 21 metros de profundidad, es decir, se encontró un plano de falla que consiste en una superficie que debido a la presencia de agua se daba un punto de debilitamiento del suelo, entonces es ahí donde se estaba deslizando el talud.
Se concluyó que uno de los factores principales es por la presencia abundante de agua que hay a esos 20 metros, por ello, al pie del talud se colocó un sistema de drenaje horizontal que consiste en tuberías con una profundidad de 100 metros.
Además, en la parte media del talud se hizo una plantación de una hierba llamada vetiver, como parte de las técnicas para evitar la erosión del suelo.
“La clave acá es el manejo de las aguas, tanto de las aguas subterráneas como de las aguas superficiales, entonces, con FOVIAL se va a hacer un trabajo de drenaje de la carretera para que logre un desalojo, la limpieza de los canales, el mantenimiento del zacate vetiver que es el que está dando la estabilidad, que implica regarse, cambiarse, mantener ese cuido; y también verificar la zona, si hay otras zonas inestables, pues evaluar cómo se puede atender”, explicó Emilio Ventura.
También, en la parte de arriba donde se ubica la comunidad La Barranquilla, por la misma inestabilidad de la zona se estaba perdiendo la calle, por ello, el proyecto también incluyó un diseño de control de erosión en la parte alta para que no se perdiera la calle.
Habitantes de La Barranquilla se hicieron presentes al pie de la obra de mitigación y expresaron sus opiniones al respecto; Don Pedro Rivas, presidente de la directiva de la comunidad mostró sus agradecimientos en nombre de la comunidad.
“Estamos agradecidos porque se pudo habilitar la carretera, porque ya se estaba terminando, y también porque ahora ya hay paso libre, la comunidad se siente bien porque han dado el paso libre a esta carretera”, comentó Rivas.
