Mauricio Vallejo Márquez,
Suplemento 3000
“Mi sueño era jugar en el Alianza”, cuenta Byron Alberto Meléndez a quien todos llaman “El Mostro”. Sí, así como se lee: El Mostro, no se trata de un error al digitar la palabra Monstruo, sino como pronuncian los jugadores de futbol al bromear con sus amigos al referirse a alguien con mucho talento. Mientras conversa, Byron inspecciona el equipo con el que preparará un café negro. No lo hace solo añadiendo una libra de café dentro de una cafetera, él lo hace a mano utilizando cada uno de los métodos que en su preparación ha aprendido.
El Mostro es un crack, uno de esos talentosos baristas que acuerpan Crafters Coffe y tiene varios fichajes: 4 Monkeys y Viva Espresso, dos tiendas que también sirven buen café. Su sobrenombre lo trajo junto a su pasión por el fútbol a la barra de café, llamaba a todos Mostro, y de esa forma él terminó con el seudónimo. Ahora todos le llaman así, con el mismo respeto que le llaman Mágico a Jorge González.
Dejó de jugar fútbol por una lesión en su tobillo izquierdo, un esguince que le molestó por años. Ahora su aspiración es competir como barista internacional, algo que hará pronto y para lo que se ha preparado estos años.
Empezó en el barismo gracias a su tío Joel Moreno en Four Monkeys en el 2017 cuando le ofreció empleo. Desde entonces no ha parado y procura mejorar cada día; experimenta, pregunta, lee, investiga. Algo que es evidente, porque siempre está pendiente del paladar de los clientes y de la calidad de lo que hace.
Su método favorito es la V60 por la claridad de las notas y los descriptivos, es una taza que se percibe más. La V60 la creo un japonés y consiste en un accesorio que se pone sobre la taza conocido como cono de goteo junto a un filtro de papel, al cual se le derrama agua caliente antes para limpiar el sabor, luego se arroja esa agua y se pone el café para derramar el agua sobre este. Todo en 2:30 minutos.
El V 60 es un cono en “v” de 60º grados diseñado por Hario en 1921 en la ciudad de Tokio, Japón. Primero para química y física, después llegó al café, como cita la versión en inglés de la revista perfecdailygrind.com
Ahora el Mostro espera la llegada de los amantes del café con el deseo de dar lo mejor para cada cliente con toda su amabilidad y carisma. Se dirige todas las mañanas a la barra como si fuera a disputar un partido de fútbol valedero para la copa del mundo, y es que para El Mostro, preparar café demanda dedicación y amor, para que cada taza sea la correcta, la digna, la inolvidable.
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