Medellín/AFP
Florence Panoussian
Más de 750 expertos de todo el mundo evalúan en Colombia los daños generados a la biodiversidad en la Tierra, y abogarán por soluciones frente a la extinción masiva de especies, la primera desde la desaparición de los dinosaurios.
«Proteger la biodiversidad es tan importante como combatir el cambio climático», afirmó el presidente Juan Manuel Santos en la apertura de la sexta plenaria de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
Este foro reúne a científicos y responsables de 116 de los 128 Estados miembros hasta el 26 de marzo en Medellín, la segunda ciudad de Colombia, el país más biodiverso del planeta después de Brasil.
«Lo que le pasa a uno le pasa a todos. Si somos conscientes de eso, vamos a poder ser más responsables en materia de protección del medioambiente y en materia de preservación de la paz», sostuvo el mandatario.
Santos, que dejará el poder en agosto, selló un acuerdo para el desarme y transformación en partido de la que fuera la guerrilla comunista más poderosa del continente, lo que le valió el Premio Nobel de Paz en 2016.
«Hoy el mundo enfrenta una encrucijada», señaló a su turno Robert Watson, presidente de IPBES, al denunciar que la «actual degradación y destrucción de la naturaleza» socavan el «bienestar humano de la actual y de incontables futuras generaciones».
Según IPBES, la Tierra enfrenta una «extinción masiva» de especies, la primera desde la desaparición de los dinosaurios hace unos 65 millones de años, la sexta en 500 millones de años.
Años de trabajo
En Medellín, los expertos evaluarán a puerta cerrada informes sobre el daño a la fauna, flora y suelos elaborados durante tres años por más de 600 investigadores.
También abogarán por soluciones.
«Al degradar la biodiversidad, también reducimos los alimentos para la gente, el agua limpia para beber y los bosques que son nuestros pulmones», advirtió Erik Solheim, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), en un mensaje transmitido desde Brasilia, donde participa en el Foro Mundial del Agua.
Para hacer esta evaluación, el IPBES dividió al planeta en cuatro regiones: América, África, Asia-Pacífico y Europa y Asia Central.
A cada región se le dedica un análisis de entre 600 y 900 páginas.
Pero las grandes líneas de su contenido se divulgarán el 23 de marzo.
Un segundo balance se dará a conocer el 26 de marzo: el estado de los suelos del mundo, cada vez más degradados por la contaminación, la deforestación, la minería y las prácticas agrícolas no sustentables que los empobrecen.
Las evaluaciones que serán discutidas por los científicos concentran los datos de unas 10.000 publicaciones científicas.
El resultado final cubre toda la Tierra, exceptuando las aguas internacionales de los océanos y la Antártida.
«Palabra por palabra»
Los expertos del IPBES se reunirán en un país con más de 56.300 especies de plantas y animales, el segundo del mundo por su biodiversidad después de Brasil, que es ocho veces más grande.
Colombia, que lidera en el número de especies de aves (unas 1.920, el 19% del planeta) y de orquídeas, está atravesada por tres cordilleras andinas, una topografía compleja que ha permitido que se desarrollen 311 ecosistemas diferentes.
El país sale poco a poco de un conflicto armado de más de medio siglo, cuya violencia convirtió en áreas prohibidas durante mucho tiempo enormes regiones de su territorio, que se mantuvieron así, paradójicamente, bien conservadas.
Pero en la actualidad 1.200 especies están amenazadas por la deforestación y la contaminación, consecuencia sobre todo de la ganadería extensiva, las plantaciones ilegales de marihuana y coca -materia prima para la cocaína- y las operaciones mineras clandestinas.
«Tenemos todavía un enorme desafío que tiene que ver con el control de la deforestación», admitió en febrero el ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, que cifró en cerca de 170.000 las hectáreas deforestadas el año pasado.
Los expertos reunidos en Medellín elaborarán resúmenes -de unas 30 páginas- de los informes diagnósticos de cada región para que los líderes de los Estados miembros de IPBES diseñen políticas de protección de la biodiversidad.
Estos documentos, en los que se abordan temas que van del transporte a la educación pasando por la agricultura, son recomendaciones no vinculantes.
Sin embargo, el contenido de los resúmenes será negociado «palabra por palabra».
Son «sugerencias para actuar», dijo a la AFP la secretaria ejecutiva del IPBES, Anne Larigauderie, previo a la instalación del foro.
Y «puede que haya algunos países que no estén satisfechos con lo que dice el informe sobre su biodiversidad», advirtió.