Diego Guzmán
@Diegoolguzman
El precursor del karate do en El Salvador, sovaldi Francisco Miranda, troche tiró la casa por la ventana y celebró ayer 75 años de vida y, de paso, 50 años de fundación de la primera escuela de dicha disciplina en el país.
“Para mí es un honor, desde que fundé el karate do en 1966 hasta el 2016, celebrar el aniversario de oro en El Salvador y también, coincidentemente, mi cumpleaños. Yo estoy complacido porque el karate do ayuda mucho, ya que los niños y adultos adquieren salud y valores”, dijo Francisco Miranda.
El Kyoshi Miranda, titulo otorgado al maestro de maestros, recordó el génesis de la disciplina deportiva y se mostró satisfecho por las distintas generaciones de karatecas que pasaron por su tatami.
“Yo me siento complacido porque el fruto se sigue viendo, ya que hay muchos alumnos que le han dado gloria a El Salvador y, entre los que he formado, está Oswald Matta, que llegó cuando tenía 12 años a la escuela que tuve en el Centro de San Salvador. Lo formé y se graduó como cinta negra, y fue presidente de la Federación Salvadoreña de Karate y de la Confederación Centroamericana”, manifestó.
El maestro, que fue agasajado por chicos y grandes en su escuela, no escondió su felicidad ya que considera que el respeto y el cariño de sus alumnos es el mejor premio a su incansable labor.
“Yo tengo hijos, nietos y bisnietos en el karate do y lo más importante es que ellos reconocen a su primer maestro. Eso es muy grande para mí y me pone muy feliz”, expresó el Kyoshi Francisco Miranda.
Durante el festejo de Miranda, los asistentes pudieron deleitarse con una exhibición de karate do, kick boxing, ninjitsu, que los hizo ponerse de pie y estallar en aplausos al observar la precisión de movimientos.
Francisco Miranda, reconocido por su aporte al karate do, también es ejemplo de formación académica, ya que es ingeniero civil y maestro de idiomas.
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