Antonio Teshcal,
Escritor
Maquiavelo apunta que el príncipe debe comportarse como hombre y como bestia (5:44) para mantener el poder, sin embargo hay que saberse disfrazar para salir triunfante, recurriendo para eso al engaño. El engaño implica que las apariencias no deben acusar, por tanto debe parecer que es virtuoso y no necesariamente serlo, a punto que las virtudes “tenerlas y practicarlas siempre es perjudicial, y el aparentar tenerlas, útil” (5:45). Vito sabe bien este precepto, y lo sabe utilizar, si por algo se le tiene es por ser un hombre de palabra. Esta virtud para todos innegable es de la que hace buen uso a la hora de negociar con las demás Familias el fin de la guerra. Propone la paz, pero lo único que le interesa es garantizar el regreso de Mike, una vez él vuelve, se encarga de planificar los ataques para situar a Mike como el nuevo Don.
El Padrino evita toda conducta que la haga ser despreciado y odiado (5:46, 47) y se hace de tal respeto que difícilmente se conspira contra él. El atentado sufrido por Vito podemos relacionarlo con la codicia que impera en la Familias que se beneficiarían con su muerte, situación que Maquiavelo apunta que no se debe a una falta del príncipe, sino a un factor externo con el que debe lidiar. Por otra parte logra ser estimado, pues “se estima al príncipe capaz de ser amigo o enemigo franco” (5:58). Esta clara imagen de Vito se obtiene en la primeras páginas de la novela, donde se recurre a él por ayuda. Claro ejemplo es el caso del panadero Nazorine, su amigo de infancia al que recibe con un abrazo y ayuda a que el novio de su hija no sea deportado. Otro es el caso de Anthony Coppola, el hijo de un hombre con el que el Don había trabajado en su juventud, y al cual le presta dinero para que coloque un negocio. Y cuando Bonasera llega por ayuda, Vito le recrimina no haber aceptado su amistad, asegurándole que de ser así, y si él, un buen hombre, tuviera un enemigo, éste se convertiría automáticamente en su enemigo.
Finalmente el consigliere es el equivalente a un ministro, y la elección de Hagen a pesar de no ser ni siquiera italiano, habla precisamente del buen juicio del Don para delegar este cargo por encima de las tradiciones y la apariencia frente a las demás Familias. El capítulo XXII y XXII del El príncipe hablan de las cualidades de un buen ministro y de cómo el príncipe debe saber escuchar consejo y saber de quien lo escucha. Ambas acepciones concuerdan con la personalidad que muestra Vito Corleone.
Comentario final
El Padrino, como toda obra notable, es una novela que conserva el impacto de su historia. De narrativa amena, logra tramar varios hechos con recursos como la analepsis, y el manejo simultaneo de escenarios de acuerdo al movimiento del personaje que sigue, dando como resultado un universo amplio muy bien estructurado. Concebida durante su aparición –por algunos sectores– como una novela que homenajeaba a la mafia, dado el carácter idealizado de los personajes, inevitablemente deja expuesto el rostro crudo del crimen organizado: una entidad con la que el poder político negocia hasta ser parte del mismo. Lo que se quiso ver como una apología del crimen, acabo por mostrar la realidad injusta donde las instituciones estatales son traidoras. La realidad de El Padrino es tristemente vigente. La Familia Corleone es cualquier mafia, tríada, cártel o mara de nuestro tiempo o latitud. Por ser reflejo de la sociedad no puede renegarse de su valor y tino literario, de lo contrario deberíamos despreciar toda esa obra nacida de los diversos infiernos humanos, la cual sirve de punto de partida para otros caminos.
La versión cinematográfica de la novela tiene sus méritos propios, pero como toda obra llevada al cine, esta no logra abarcar toda la riqueza, ni en la extensión de la historia ni los recursos literarios. Al desaparecer la voz del narrador llega a sesgarse la personalidad del autor y las posibles influencias, panorama necesario para otros ejercicios, como la extrapolación de la obra, como con El Príncipe de Maquiavelo, como se trata en este escrito: La Familia Corleone es un Estado, y Vito un príncipe prudente. Otra obra con la que se ha mencionado transversalidad es Los hermanos Karamazov de Dostoyevski.
La obra, sus múltiples historias y la variedad de personajes, y la psicología de cada uno, permiten todo una gama de posibilidades de observar la trama. El universo trazado, amplio a pesar de presentarse a veces a centellazos gruesos, deja una serie de alternativas que fueron aprovechadas para hacer dos películas más (6). Algo que desde la literatura también ha sucedido con otros escritores, que hacen de un pueblo, como Macondo o Cojontepeque, todo un universo lleno de otros mundos a cual más interesante. Pero en El Padrino ese lugar de posibilidades no es geográfico, es la Familia, que bien puede estar en Nueva York, en Sicilia, en Las Vegas, o a donde deba ir.
Notas
(1) Puzo, M. 1969. The Godfather. (Edición 50° aniversario. 2001, 2010). (Traducción: Ángel Arnau) Penguin Random House Grupo Editorial. Barcelona, España. 603 p.
(2) Puzo, M. 1973. The Godfather papers & other confessions. (Ángel Arnau, Traductor). Ediciones Grijalbo. Barcelona, España.
(3) Dos de los casos más recientes son el de un policía que pertenecía a una banda de asaltantes (https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Agente-de-la-PNC-que-andaba-con-banda-de-asaltantes-fallece-al-enfrentarse-a-companeros-que-lo-detuvieron-20190206-0304.html), ocurrido en febrero de este año; y el de otro que era prófugo por violación en menor, ocurrido el pasado abril (https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/expolicia-de-unidad-elite-muere-durante-enfrentamiento-con-otros-policias/585590/2019/)
(4) “Detrás de cada gran fortuna hay un crimen” Balzac.
(5) Maquiavelo, N. 2004. El príncipe. Editorial Porrúa. México, D.F.
(6) Además de las dos secuelas cinematográficas, Puzo escribió El Siciliano, cuya historia retoma los años de Michael Corleone en Sicilia y su relación con el bandido Salvatore Giuliano. Esta novela se le considera parte de la historia y también fue llevada al cine. Además, con autorización de Puzo, Mark Winegardner escribió dos secuelas de El Padrino: The Godfather Returns (2004) y The Godfather’s Revenge (2006).
Abril – julio de 2019
Malpais – Quezaltepeque