Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
La parroquia San José El Paisnal convocó a la feligresía para celebrar el natalicio del Padre Rutilio Grande, en su 93 aniversario, proclamando su frase “Vamos todos al Banquete, a la mesa de la Creación, Cada cual con su taburete, Tiene un puesto y una misión”, canción compuesta por Guillermo Cuéllar, inspirado en las ideas de la homilía del sacerdote jesuita, el 13 de febrero de 1977, en el municipio de Apopa.
El padre jesuita Rutilio Grande ingresó al seminario en 1941 y tras ordenarse, trabajó en el Seminario San José de la Montaña, como formador del clero, y fue en 1967 que inició su amistad con san Oscar Arnulfo Romero, un sacerdote diocesano. Y en 1970, fue el maestro de ceremonia en la ordenación como Obispo Auxiliar de Romero.
“El Reino de los Cielos se construye aquí”, fue una de las frases que identificó la labor pastoral del padre Rutilio Grande y, por lo cual, es recordado como lo hizo Dina Dubón, el 12 de marzo de 2019, al recordar a uno de los mártires de la Iglesia católica durante el conflicto armado. Rutilio les predicó que la iglesia no era una casa, sino que estaba en la convivencia de la comunidad. Rutilio Grande fue precursor de las Comunidades Eclesiales de Base.
El sacerdote jesuita fue asesinado el 12 de marzo de 1977, en Aguilares, cuando iba acompañado de Manuel Solórzano y Nelson Rutilio, laicos, que le acompañaban a la celebración de la eucaristía de la novena a San José en El Paisnal cuando fueron abatidos por un combinado militar y policial, quienes lo emboscaron. Y ahora el sitio se conoce como Las Tres Cruces. El asesinato del Padre Grande fue el cambio de rumbo de la pastoral de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, que se aferró a la población acompañándolos en la represión que recibían del gobierno militar de la época y se convirtió en la Voz de los sin Voz. Y fue el 21 de febrero de 2020, que el papa Francisco autorizó a la Congregación para la Causa de los Santos, la promulgación de decretos que permitirán la beatificación del sacerdote jesuita, Rutilio Grande, así como, de Manuel y Nelson, sus dos acompañantes.
Una de las citas del sacerdote jesuita y que su biógrafo padre Rodolfo Cardenal, emplaza para dar a conocer su vocación profética es: “En el cristianismo hay que estar dispuestos a dar la propia vida en servicio por un orden justo, por salvar a los demás, por los valores del Evangelio” (Rutilio Grande).