Ciudad del Vaticano / AFP
El papa Francisco aceptó el jueves la renuncia de otros dos obispos chilenos, que ya suman cinco, dando así continuidad a las sanciones de la jerarquía de la Iglesia chilena acusada de encubrir o ignorar los abusos sexuales a menores.
La Santa Sede anunció en un comunicado la dimisión del obispo de Rancagua, Alejandro Goic Karmelic, de 78 años, así como del obispo de Talca, Horacio del Carmen Valenzuela Abarca, de 64.
«La dolorosa circunstancia que vive la Iglesia le imprimen un sabor amargo a este momento», declaró Goic, en conferencia de prensa.
Todo el episcopado chileno había presentado conjuntamente su dimisión el 18 de mayo tras una serie de encuentros con el papa Francisco en el Vaticano, un paso inédito en la historia reciente de la Iglesia católica.
El papa Francisco aceptó recientemente la renuncia de tres obispos chilenos, el controvertido Juan Barros, al que había defendido durante su viaje en enero a Chile, y dos obispos de más de 75 años que alcanzaban la edad para retirarse.
Barros está acusado de encubrir los abusos sexuales reiterados del influyente sacerdote Fernando Karadima, condenado en 2011 por el Vaticano a una «vida de oración y penitencia», luego de que la justicia local declarase prescritos los cargos por abuso sexual.
En abril, el Papa recibió a tres víctimas de Karadima a quienes pidió perdón.
El obispo Alejandro Goic presentó su renuncia hace 3 años por su avanzada edad, pero el papa no se la aceptó. Su salida se produce en medio de un escándalo sexual en la Diócesis de Rancagua (120 km al sur de Santiago) tras la suspensión de 14 sacerdotes de su región.
Estos sacerdotes fueron denunciados por presuntos delitos sexuales consumados en una red denominada ‘La familia’ durante al menos una década, lo que fue denunciado por una feligresa a un canal local. La Fiscalía de Rancagua investiga los hechos.
«Con la misma fuerza con que ayer hacíamos nuestro el clamor de las víctimas de la dictadura (de Pinochet) pisoteadas en su dignidad, hoy nos toca ser iglesia samaritana junto a quienes han sido víctimas del abuso de poder clerical», sostuvo Goic.
El ahora exobispo de Talca (255 km al sur de Santiago), Horacio del Carmen Valenzuela Abarca, fue uno de los discípulos del sacerdote Fernando Karadima, influyente religioso reconocido como formador de obispos.
Karadima fue suspendido de por vida en 2011 por el Vaticano por los abusos sexuales a menores que cometió en la parroquia del exclusivo barrio de El Bosque en Santiago, entre 1980 y 1990.
Valenzuela es señalado por las víctimas de Karadima como uno de los religiosos que habría ignorado o encubierto los abusos cometidos por Karadima al igual que Juan Barros, exobispo de la ciudad de Osorno.
Reaccionan los reemplazos y las víctimas
El obispo Fernando Ramos, nombrado administrador apostólico en reemplazo de Alejandro Goic en Rancagua, dijo en comunicado difundido por la Iglesia chilena que «actualmente hay una situación complicada en Rancagua y por eso me pongo al servicio para seguir ayudando a solucionar estas situaciones».
Por su parte, el obispo Galo Fernández, nombrado administrador apostólico en reemplazo de Horacio Valenzuela en Talca, señaló también en comunicado difundido por la Iglesia chilena, que «nosotros pusimos nuestros cargos a disposición del Papa para hacer un camino en que la Iglesia pueda recuperar las confianzas y retomar su ruta de servicio del Evangelio».
Dos víctimas de los abusos sexuales de Karadima también reaccionaron a través de las redes sociales.
«Lento pero seguro… Dos obispos malos y corruptos menos a cargo de gente buena. Horacio Valenzuela (Talca) y Alejandro Goic (Rancagua) a la casa», afirmó en un mensaje en su cuenta de Twitter Juan Carlos Cruz, periodista y víctima de Karadima.
Cruz dijo también a la radio Cooperativa en comunicación telefónica desde EEUU, que «Horacio Valenzuela es un hombre tremendamente soberbio, encubridor de abusos de Karadima y de otros en su propia diócesis».
José Andrés Murillo, víctima de Karadima, señaló en su cuenta de Twitter: «Obispo Valenzuela (formado por Karadima y cercano a él) y obispo Goic son sacados de sus diócesis por el Papa. Pasito a pasito».